A pocos días de las fiestas de fin de año, muchas familias se preparan de manera especial para la reunión, donde no sólo se comparte una comida, charla y risas; sino que se busca el lugar adecuado para el integrante que le teme a la pirotecnia que, como una «tradición», comienza a sonar a la medianoche.
Las campañas en contra de la pirotecnia son permanentes y están encabezadas por diversas ONG pensando en el bienestar de niños con autismo o hipersensibilidad y aquellos pequeños que simplemente les da temor escuchar los estruendos.
Es así que Briana Soria, una pequeña del barrio Juan Perón, a través de un video pide: «No tiren cohetes ni bombas sino me tengo que tapar así los oídos (muestra cómo en el video) porque tengo miedo. Yo quiero pasar bien con mi familia».