Este sábado distintos barrios bandeños, pertenecientes a las jurisdicciones de la parroquias Cristo Rey y Nuestra Señora de La Salette, fueron bendecidos por el Santísimo Sacramento. Durante más de cuatro horas, el Señor visitó a los fieles católicos quienes con un inmensa alegría recibieron al Salvador.
La idea de esta procesión surgió del padre Gastón Cuello (párroco de la iglesia Cristo Rey), quien supo interpretar la necesidad de su pueblo.
Toda la actividad comenzó a las 16.30 horas del sábado desde la Capilla Santa Rita (ubicado en el barrio Ramos Taboada), allí el párroco dio inicio con una oración; a partir de allí el Santísimo Sacramento recorrió los barrios Ramos Taboada; Finca de Ramos; La Fratenidad, para luego recorrer parte de la avenida Bolivia (sud, barrio Centro).
También caminó las calles de los barrios Banfield; Matadero Viejo; Dorrego; Jerarquizado Municipal (pertenecientes a la jurisdicción de Nuestra Señora de La Salette).
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Un momento emotivo se vivió cuando el Señor Jesús arribó al Centro Integral de Salud Banda, donde dejó su bendición a todos los enfermos, médicos, enfermeros, chóferes de ambulancias como así también personal de seguridad. Allí el sacerdote realizó una oración especial por todos los profesionales que deben cuidar la vida de los ciudadano e imploró a Dios su protección para todos estos servidores.
De igual modo Jesús Sacramentado también compartió un momento en dos sanatorios céntricos donde muchos profesionales trabajan diariamente en el cuidado de los bandeños.
Continuando con su procesión el Señor bendijo a las hermanas Doroteas y el párroco pidió por mayores vocaciones religiosas.
Posteriormente el Santísimo se dirigió a los barrios Central Argentino donde recorrió sus calles y bendijo de manera especial a los profesionales que trabaja en la UPA.
Además, visitó las familias de los barrios Villa Unión, Independencia, las ampliaciones del barrio 25 de Mayo y Mama Antula.
En cada uno de esos lugares, el Señor Jesús fue recibido con mucha devoción; incluso muchas personas se acercaron hasta el móvil, que llevaba al Santísimo, para pedir una bendición por sus familiares enfermos.
Fueron cuatro horas emotivas, durante ese tiempo el propio Jesús salió a caminar para estar cerca de su pueblo, para recordarles que él siempre está presente y que nunca nos abandona.
