La ceremonia, según se precisó desde Santa Fe, será breve y con poca concurrencia y habrá mayores controles ante los contagios de dirigentes políticos.
Sin embargo, en el entorno presidencial pesó lo que pasó la semana pasada cuando la comitiva presidencial visitó La Rioja y tuvo que suspender su siguiente escala en Catamarca, al confirmarse el positivo por coronavirus del intendente de Lomas de Zamora, Martín Insaurralde.
La llegada de Alberto Fernández a Santa Fe había causado revuelo ya que en esa provincia de encuentra la sede de Vicentin, en la localidad de Avellaneda, a 500 kilómetros de Rosario.
Además, si bien en Rosario ya están en fase 4 y se permiten reuniones de menos de 10 personas y están abiertos bares y restaurantes, la situación en AMBA alertó a políticos locales.Tanto es así que el diputado provincial Walter Ghione, del bloque Somos Vida y Familia, presentó un proyecto ante la legislatura para impedir en ingreso de funcionarios provenientes de zonas con alto índice de contagio por coronavirus.
“Desde la Cámara de Diputados de Santa Fe vamos a pedir que el Presidente no venga a Rosario. Para preservar nuestra situación epidemiológica y no poner en riesgo a la población”, indicó el legislador.
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