El Gobierno, los empresarios y los sindicalistas definirán este miércoles por la tarde el aumento del salario mínimo, que desde septiembre de 2019 es de $16.875 y se calcula que en el último año cayó un 14,2% y casi un 40% desde 2015.
En el encuentro del Consejo Nacional del Empleo, la Productividad y el Salario Mínimo, Vital y Móvil, al que convocó el Ministerio de Trabajo para las 15 y que por primera vez en la historia deliberará de manera virtual, las centrales obreras pedirán que el nuevo valor del sueldo mínimo cubra el valor de la canasta básica, que, según el INDEC, llegó a $45.477 durante agosto pasado.
De todas formas, se prevé que harán falta al menos dos días de reuniones para alcanzar un acuerdo entre las partes. Si persisten las diferencias, el ministro de Trabajo, Claudio Moroni, tiene las facultades legales para determinarlo mediante un laudo.
“La CGT no tiene un número para ese nuevo salario. Eso se discute en el momento, pero hay que recordar que venimos de cuatro años que sostuvimos el valor de la canasta básica, pero también en estos últimos años lo que se hizo fue perder inclusive con respecto a la inflación e incluso ese salario se fue para abajo”, afirmó el cotitular cegetista Héctor Daer, que participará del encuentro de esta tarde.
Jorge Triaca presidió las deliberaciones del Consejo del Salario en 2018También formarán parte de las deliberaciones las dos CTA (el sector kirchnerista, que lidera Hugo Yasky, y la fracción autónoma, conducida por Ricardo Peidró), mientras que por el empresariado estarán presentes la Unión Industrial Argentina (UIA), la Cámara Argentina de Comercio (CAC), la Cámara de la Construcción (CAMARCO) y las principales entidades del agro. Presidirá la reunión el ministro Claudio Moroni.
Según datos del Observatorio del Derecho Social de la CTA Autónoma, “la actualización del salario mínimo es urgente”, aunque “en los hechos son muy pocos los trabajadores registrados que lo cobran ya que los convenios colectivos prevén básicos que están por encima de dicha suma”.
“Sin embargo -agregó-, el salario mínimo impacta directamente sobre el salario mínimo docente (debe ser como mínimo un 20% superior a aquél), en el salario social complementario y en las jubilaciones mínimas (aplica el 82% aquí). Este año sumamos el programa ATP que usa al salario mínimo como base de cálculo”.
Indirectamente, de acuerdo con el informe del Observatorio, “el salario mínimo puede apuntalar la negociación colectiva de las actividades con salarios más bajos y también tener algún efecto sobre sectores que están excluidos de su cobertura, como el sector público provincial y municipal, y las casas particulares”.
Como establece la Ley de Contrato de Trabajo, el salario mínimo, vital y móvil “debe asegurar alimentación adecuada, vivienda digna, educación, vestuario, asistencia sanitaria, transporte y esparcimiento, vacaciones y previsión”, un objetivo que con los años se fue desdibujando porque se transformó sólo en un valor de referencia.
Para Peidró, líder de la CTA Autónoma, “el salario mínimo perdió en el último quinquenio un 35,7%, y más del 29,5% ocurrió desde 2018” y estimó que “si se elevase del actual valor a 26.247 pesos, el nuevo mínimo cubriría el 56% de la canasta básica”. Advirtió, sin embargo, que la central obrera que conduce podría aceptar ese aumento “sólo si el Gobierno y los empresarios se avienen a discutir mejoras trimestrales o cuatrimestrales”.
El último aumento del salario mínimo fue dispuesto el 3 de septiembre de 2019 por el entonces ministro de Producción y Trabajo Dante Sica, quien, ante la falta de acuerdo entre empresarios y sindicalistas, decidió que se elevara de $12.500 a $16.875 en tres tramos (agosto, septiembre y octubre) para trabajadores estatales y privados.