Un total de 42 jugadores argentinos, 57 brasileños y 41 mexicanos aspiraban a convertirse en Patrimonio Deportivo de la Humanidad.
Esta lista, creada por el Bureau Internacional de Capitales Culturales, tiene unas características similares a las que ya existen en los ámbitos del patrimonio cultural material, inmaterial o natural de la humanidad.
Con ella, añaden en la nota de prensa, se pretende «impulsar la consolidación de la importancia de la preservación de la realidad deportiva en todo el mundo».
Además, se quiere destacar, tanto en el ámbito individual como en el de los equipos deportivos, «la excelencia deportiva y el juego limpio».
Asimismo se busca contribuir «a crear lazos de unión entre seguidores de equipos contrincantes, aportar valores éticos y solidarios y ser referente para niños y jóvenes», precisa este organismo.