Diego Armando Maradona fue operado con éxito por un hematoma subdural el martes. La lesión fue detectada por los estudios que le practicaron en el Sanatorio Ipensa de La Plata y luego lo trasladaron en ambulancia a la Clínica Olivos, donde Leopoldo Luque, su médico personal (y además neurocirujano) estuvo al frente de la intervención, que duró poco más de una hora.
“Terminó la operación a Diego Maradona y fue un éxito. Todo se dio tal cual estaba previsto. Diego está bien y en su habitación descansando”, escribió en su cuenta de Instagram Sebastián Sanchi, su jefe de prensa.
“Duró aproximadamente una hora y 20 minutos. Se pudo evacuar el hematoma subdural crónico de manera exitosa; Diego está despierto, está muy bien”, planteó su médico personal en su primer parte médico.
Pero, ¿cómo es el post operatorio?
Cefaleas, convulsiones y trastornos de movilidad son aspectos que determinan la gravedad de cuadro, señala el médico neurocirujano Cristian Fuster (MN 99838). Estos síntomas permiten especificar el daño ocasionado. Por otra parte, ante la consulta de Infobae, el especialista en este tipo de intervenciones quirúrgicas, afirma que “es una cirugía de mediana complejidad, y se traduce en alta complejidad o una cirugía con cuidado porque se realiza en el cerebro”, aunque considerando el tipo de paciente, no se puede evaluar el riesgo.
La recuperación en este tipo de operaciones para el alta correspondiente suele ser de 7 días, aunque para un deportista de alto nivel, se indica un mes de reposo para cualquier tipo de actividad física. El drenaje craneal para que no se vuelva a ocasionar la lesión es primordial, asevera el Dr. Fuster. El estado de ánimo, según dicen sus allegados, se pudo visibilizar claramente durante la celebración de su cumpleaños y evidenció su situación. Leopoldo Luque (M.N. 160588) dijo que esta de muy buen humor y asombra su recuperación .
Una de las preguntas más frecuentes en este tipo de cirugías están vinculadas a las secuelas luego de la intervención, que, si bien son poco frecuentes, lo central es el seguimiento que se brinda después a través de estudios de diagnósticos por imágenes y el reposo correspondiente.
Los pacientes mayores de 70 años y con valores agregados, como pueden ser las personas anticoaguladas, son más predispuestas a este tipo de patologías, indica el Dr. Fuster. De todas maneras, es importante señalar que un 30 % de los que lo padecen, puede reincidir. Es por ello muy importante su seguimiento clínico, y vital su observación en los primeros días. Al momento, no hay ningún compromiso neurológico, confirmó el Dr. Luque.
“El hematoma subdural es una acumulación de sangre en el espacio que está entre las dos membranas que cubren el cerebro”, había explicado a Infobae Alejandro Andersson (MN 65.836), neurólogo y director médico del Instituto de Neurología Buenos Aires. “En general ocurre después de un golpe de traumatismo de cráneo. Por supuesto que hay personas más predispuestas, por ejemplo los que se tratan con medicamentos anticoagulantes”.
“Lo primero que hay que decir sobre el hematoma subdural es que puede ser agudo o crónico, este último fue el caso de la doctora de Kirchner: a partir de que se le presentó un cuadro de cefalea, se le realizaron estudios neurológicos, resultando el diagnóstico de colección subdural crónica. Un punto importante para evaluar el cuadro es el tipo de síntomas, si se trata de cefaleas, de convulsiones, de trastornos de movilidad. Estos determinarán en algún punto también la gravedad del cuadro”, dijo Fuster.
Y añadió: “No todos los hematomas subdurales son quirúrgicos. Los crónicos están más asociados a los adultos mayores. Es indispensable evaluar el estado clínico del paciente en su totalidad: un hematoma subdural menor de 1 centímetro requiere de una conducta expectante. Si da muchos síntomas, en general se toma la conducta de operar. Hay que saber que de los hematomas subdurales que se operan, en el 30% ocurre un resangrado; además de saber que siempre una cirugía de cerebro conlleva un riesgo. Sepamos que el hematoma subdural es una vena que se aloja entre el cerebro y la duramadre, y una intervención quirúrgica para extraerla requiere una internación en terapia intensiva, que en este tiempo de pandemia es una complicación adicional”.
Infobae