Luego de pasar distintas pruebas durante todo el año y de vencer a sus adversarios, finalmente Pablo Echarri resultó el ganador de Un chino, el juego de CQC.
Desde lugares estratégicos, como terrazas de hoteles, estacionamientos, hasta arriba de una grúa, Pablo probó su puntería y logró que la pelota de tenis ingresara en los tachos con agua que estaban colocados en el piso.
La prueba final se realizó en el Obelisco y el actor salió nuevamente invicto, llevándose el premio mayor: un auto 0KM.
«¡Gané, gané! Gracias Dios», gritó Echarri, que de inmediato se subió a su nuevo vehículo: «Me estabas esperando papito, eh».