Padre Gastón Cuello: «Volvemos a la Casa del Padre para retomar el camino hacia su encuentro»

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La iglesia católica inició la Cuaresma con la tradicional celebración del Miércoles de Cenizas. Es así que los cinco templos bandeños albergaron una importante cantidad de fieles, quienes recibieron las cenizas como símbolo de penitencia para retomar el camino hacia la Casa del Padre.

En la celebración central de la parroquia Cristo Rey, el padre Gastón Cuello realizó la bendición de las cenizas para que cada uno de los presentes (por protocolo) se realice la imposición recordando que «Del polvo venimos y al polvo volveremos».

https://www.youtube.com/watch?v=4z_YUCc-Np4

Durante la homilía el sacerdote expresó: «Que satisfacción ver tanta gente en los templos, volvemos a la Casa del Padre para retomar el camino hacia su encuentro».

«Que padre no se alegra cuando su hijo vuelve a su casa-continuó- en mi andar por los hogares visitando a los adultos, es una contante escucharlos decir que quieren ver a sus hijos y nosotros estamos ocupados, con miles de actividades y no nos damos ese tiempo. Pues bien, este es el tiempo justo, favorable, el tiempo de la salvación y sabemos que nuestro Padre siempre tiene la puerta abierta de par en par, así como su corazón para la reconciliación«.

También destacó: «Este es un tiempo especial para hablar con Dios, para encontrarnos con él; dejemos de buscar la plenitud afuera, en las cosas materiales que es a lo que la sociedad nos lleva y recordemos que al ser bautizados nos convertimos en Templo de Dios donde está la verdadera plenitud. Cada año el Señor nos hace el llamado y uno es libre de decidir si regresa a su casa y les aseguro que si lo hacemos no nos vamos a arrepentir».

Más adelante, el sacerdote explicó que, «se nos pide hacer un ayuno y eso me ayuda a encontrarme con él y conmigo mismo; esas privaciones son para ayudar y hacer caridad con el prójimo. La sociedad de hoy es consecuencia de no saber reconocer el pecado en nosotros mismos y es el pecado el que nos lleva a cometer injusticias».

«Hay que entender que la Cuaresma no es para un grupo determinado sino para todos -prosiguió- las cenizas son un símbolo de penitencia, un espacio para el arrepentimiento para adentrarnos en lo esencial. ¿Quién no tiene una herida que no ha sanado o alguien a quien perdonar? este es el tiempo oportuno y favorable que Dios nos regala para iniciar cambios. Ojalá que el lleno de las parroquias pueda repercutir en nuestras familias y en la sociedad para seguir la palabra de Dios. Pidamos entonces que en Pascua resucitemos en una nueva vida».

Tras la celebración eucarística el párroco invitó a la  feligresía a ser protagonista en las distintas actividades que se proponen en este tiempo de cuaresma, como el de realizar Via Crucis en sus barrios, para que puedan participar todos los vecinos que quizás no puedan llegar al templo y así unirse en oración.

 

 

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