Tras la reducción de vuelos al exterior y la restricción de viajes desde Brasil, Chile y México, el Gobierno anunció nuevas medidas para enfrentar la segunda ola de COVID-19. Los próximos pasos tendrán que ver con los trabajadores del sector público nacional, quienes quedaron eximidos de la presencialidad por tres días. Así lo informaron el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, y la ministra de Salud, Carla Vizzotti, luego de una reunión junto a Alberto Fernández en la Quinta de Olivos.
“Estamos viviendo un momento en el que suben los casos. Estamos buscando contener el virus y que no se siga transmitiendo”, sostuvo el Jefe de Gabinete, que explicó que la administración pública nacional quedará eximida de presencialidad desde este lunes 29 de marzo hasta el miércoles 31. Luego comienza la semana santa. Por lo que recién volverían sus puestos de trabajo presenciales el lunes 4 de abril.
En sintonía, la ministra Vizzotti explicó que se le recomendó a los gobiernos provinciales tomar como referencia dos parámetros de riesgo que aparecen en artículo 4 del DNU 167/2021, que prorroga la emergencia sanitaria. “La situación epidemiológica es preocupante, se ve un aumento sostenido del número de casos en la mayoría de los departamentos del país”, resaltó.
Respecto a los parámetros: cuando el cociente (resultado de dividir) entre el número de casos confirmados acumulados en los últimos 14 días y el número de casos confirmados acumulados en los 14 días previos, sea superior a 1,20, y cuando el número de casos confirmados acumulados de los últimos 14 días por 100 mil habitantes, sea superior a 150, las autoridades provinciales quedarán habilitadas para tomar medidas restrictivas por la noche.
Según explicaron los funcionarios, hay 45 departamentos de 13 provincias que se encuentran en mayor riesgo, ya que superaron los parámetros de los dos indicadores. Mientras que hay cuatro departamentos de cuatro provincias que presentan una incidencia mayor de 150 y, ya que se trata de grandes aglomerados urbanos, constituyen un “riesgo elevado”.
Los distritos donde aumentaron la razón y la incidencia son en las provincias de Buenos Aires (Avellaneda, Berazategui, Campana, Cañuelas, Chivilcoy, Ensenada, Esteban Echeverría, Florencio Varela, General Alvarado, General San Martín, Hurlingham, José C. Paz, La Plata, Lanús, Malvinas Argentinas, Morón, Necochea, Olavarría, Pilar, Quilmes, San Fernando, San Isidro, San Miguel, San Vicente, Tigre, Trenque Lauquen, y Vicente López); Chaco (Departamento de Mayor Luis J. Fontana); Córdoba (Departamento de Tercero Arriba); Corrientes (Goya); Entre Ríos (Colón); Mendoza (Luján de Cuyo); Misiones (Montecarlo); San Juan (San Juan capital); Santa Cruz (Deseado); Santa Fe (Castellanos, Constitución, Rosario, San Lorenzo, San Martin); Santiago del Estero (Santiago del Estero capital) y Tucumán (San Miguel de Tucumán, Lules, Tafí Viejo, Yerba Buena).
Los distritos donde el indicador de la razón permanece estable, pero es alta la incidencia y son grandes urbes, son la Ciudad de Buenos Aires y las capitales de Córdoba, Corrientes y Misiones.
En función de lo expuesto, el Gobierno nacional recomendó a los gobiernos provinciales y municipales de esos departamentos, a implementar medidas intensivas, localizadas y transitorias, teniendo en cuenta las actividades definidas como alto, mediano y bajo riesgo.
Por otro lado, respecto a las variantes del virus que ingresaron al país y sus diferentes mutaciones, la ministra dijo que “no circulan en forma persistente, pero se detectaron 45 casos con nuevas cepas”. En ese sentido, aclaró: “Son 18 casos de la cepa de Reino Unido y 17 de la variante Manaos”.
“Todo esto ha sido un esfuerzo muy grande y necesitamos redoblar el esfuerzo. Confiamos en que estas medidas, sumadas a las que tomamos con la suspensión de los vuelos y los testeos, van a reducir la transmisión del virus, y vamos a poder seguir ganando tiempo para vacunar”, sostuvo.