Desde el arranque se supo que había mala onda entre Alessandra Rampolla y Laurita Fernández. La sexóloga boricua era una de las figuras del ciclo “El club de la divorciadas”, y la que tenía el contrato más jugoso, y esos aires de diva hicieron que al aire las cosas se complicaron con la conductora.
Alessandra firmó contrato por dos meses, la idea era que tenga una participación estelar, que sea el alma matter del ciclo pero no estaba sucediendo incluso la boricua hizo frenar una grabación por no sentirse cómoda.
La sexóloga se despidió del programa antes de tiempo y se supo que, pese a las excusas y al mostrar una “buena onda” con Laurita, eso nunca existió.
“Rampolla no se adaptó, estaba prevista su salida, pero se adelantó. Recordemos que en un programa, Laurita no le dio un pie a Rampolla y ella, que es malísima, saltó y paró la grabación”, dijo Rodrigo Lussich.
“Desde el primer día hubo guerra de egos. La salida al aire del programa se atrasó para esperar a Rampolla, que estaba trabajando en Australia. La sexóloga fue el pase que necesitaban para que eltrece aceptara el programa, porque la aman y es una especie de fetiche. Si era un éxito, se quedaba. El lunes faltó y la producción le pidió por favor que fuera el martes para despedirla. Fue una salida elegante”, contó el periodista de “Intrusos” (América TV).
Y Adrián Pallares completó: “Es muy buena invitada, pero no está para panelista, tal vez para conductora. Pasa que hay mucha gente que funciona muy bien como invitado y después cuando lo sentás en el piso, te la regalo”.