A partir de ello, la institución agregó que, si la concentración viral era alta, el virus puede desaparecer en más del 80% en unas ocho horas y, si la carga viral era baja, en dos horas no se detectaba ningún ARN del virus.
«Al contacto con la nanocapa de plata-cobre, la membrana del SARS-CoV-2 se rompe y se daña su ARN», agregó el boletín. Y se agregó que «así, aunque el SakCu se deseche de manera inadecuada, no será un problema al no permanecer contaminado, como muchos de los cubrebocas que se tiran a la basura».
Cabe destacar que el tapabocas antimicrobiana es reutilizable y puede ser lavada hasta 10 veces sin que pierda sus propiedades. Este está hecho de tres capas en total: la externa y la interna son de algodón y la intermedia de nanocapas de plata y cobre.
Dichos materiales, se utilizaron por las propiedades antivirales, antibacteriales y antifúngicas que fueron comprobadas.
Hasta el momento, la UNAM dijo que tiene capacidad para producir 200 piezas por día.
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