El gobernador jujeño Gerardo Morales fue consagrado por unanimidad como nuevo presidente del Comité Nacional de la UCR por los próximos dos años, en una reunión plenaria desarrollada en la histórica sede partidaria de la calle Alsina, en el que ratificó su voluntad de disputarle a sus socios del PRO la hegemonía de Juntos por el Cambio hacia el 2023.
Luego de festejar en el plenario y en la calle con los militantes, el gobernador habló con Infobae y estableció lo que serán los primeros lineamientos de su mandato como jefe político de la Unión Cívica Radical, en donde planteará una mirada desde el interior que fortalezca al centenario partido.
Morales reconoció que se dieron largas conversaciones con el grupo de Martín Lousteau para poder llegar a una lista de unidad. “Se reestableció el diálogo, hubo unos primeros encuentros entre varios dirigentes como Daniel Angelici, Emiliano Yacobitti, Alfredo Cornejo, Angel Rozas, entre otros, y después me sumé a las conversaciones. Acordamos diálogo y esfuerzo e integrar el bloque de diputados. Hay algunos diputados que se fueron y están incómodos”, señaló.
Aunque el acuerdo para unir nuevamente al bloque implica también el reparto de lo cargos, Morales dejó en claro que la presidencia “es de Mario Negri” y que una posibilidad es que Rodrigo de Loredo sea el titular del interbloque de Juntos por el Cambio. “Tenemos que unirnos en Córdoba como en Santa Fe, ¿se imaginan si ganamos esas dos provincias?” se preguntó el dirigente radical en la oficina del segundo piso del Comité Nacional.
Pero así como acordó con Lousteau, también tiene que sentarse a conversar con algunos de los socios de la coalición. “Con Mauricio Macri me llevo muy bien, me junto mañana a desayunar -por este sábado a la mañana- con Patricia Bullrich también hablo mucho”. No hizo referencia a Horacio Rodríguez Larreta, uno de los candidatos a disputar la presidencia en 2023.
Consultado sobre su relación con el jefe de Gobierno porteño, señaló que se tenía que tienen pendiente una reunión: “Tenemos que hablar con Horacio para que establezcamos reglas de respeto”.
En paralelo, también hizo referencia a la ciudad de Buenos Aires: “No tiene una sola industria pero tiene la renta per cápita más alta de la Argentina. A nosotros nos cuesta hacer una cuneta y ellos asfaltan dos veces la misma calle”
Entre esas reglas de respeto, Morales propondrá cambios en la constitución de la Mesa Nacional de Juntos por el Cambio para que deje de estar conformada por los presidentes de los partidos y los bloques: “Que cada partido defina quién va a la Mesa y si vamos a ese esquema vamos a invitar a Lousteau a la mesa”, propuso.
Pero en su discurso de asunción, Morales hizo referencia a las coincidencias y las diferencias con los socios del PRO: “El radicalismo es un “partido de centro, afiliado a la social democracia, en donde creemos en la Estado, en la pública y gratuita, en la actividad privada”.
En otro momento de la conversación, el gobernador norteño marcó una distancia clara con los referentes del PRO. Mientras Macri y Bullrich coquetean con el ahora diputado libertario Javier Milei, Morales anticipó que marcará distancia. “La suma de Milei a Juntos por el Cambio es el límite, sería mezclar todo”.
Por último, Morales dijo que había que ampliar la coalición a otros sectores, “en especial al peronismo del interior que no se siente representado por el kirchnerismo”.
Antes de despedirse, repitió lo que todos los radicales dicen: van por el poder dentro de Juntos por el Cambio: “A nosotros no nos anoten como vices, capaz que los anotamos a ellos”.
David Cayón/Infobae