Tal como estaba previsto, en la jornada de este martes se llevó a cabo una reunión entre profesores, docentes y delegados de los últimos cursos de las escuelas secundarias de la ciudad. En la oportunidad se presentó el proyecto denominado «Sembrando valores en la ciudad» y la presentación de las camperas.
Precisamente este último tema llevó varios minutos de la reunión y hasta se produjo un clima tenso ya que ninguna de las dos partes (docentes y alumnos) querían ceder posiciones.
Por un lado los rectores de los establecimientos informaron a los estudiantes que estaba prohibido realizar la presentación de las camperas con la modalidad que los educandos utilizan, ir escuela por escuela. Se les explicó que esta era una disposición emanada desde el Consejo General de Educación y que se debía cumplir a rajatabla.
Esta postura no fue o no quiso ser entendida por los delegados de los cursos, quienes tuvieron una postura intransigente y se cerraron en que igual iban a realizar la presentación de las camperas.
Durante varias horas los presentes discutieron si se hacía o no la presentación de las camperas; los docentes explicaron una y otra vez los motivos por los cuáles no se podía realizar y por su parte los estudiantes insistían en que no iban a acatar la decisión.
Lo que llamó poderosamente la atención fueron los planteos fuera de lugar efectuados por algunos estudiantes, quienes no entraban en razón e intentaban justificar su decisión con argumentos carentes de fundamentos.
Los educadores le propusieron varias formas de presentar las camperas. En ese contexto, los alumnos se comprometieron en analizar -en sus respectivos cursos- las opciones y luego darían una respuesta.
«Sin embargo la sensación que nos quedó es que los estudiantes presentarán las camperas por las calles de la ciudad, con todo el riesgo que ello significa», acotó el profesor Francisco Galvez, rector del Instituto Bernardino Rivadavia.
Que triste es ver a un adulto sometido por un pendejo caprichoso…Hay una gran confusión de roles.
Ya se les habló, ya hay reglamentaciones para la vía pública, incluso para los desórdenes, luego «niños» y adultos (padres) son cada uno en su rol y responsables legal y formalmente. Cada cual debe aprender a ser responsable de sus actos, ese es el camino a la adultez
Y bueno, son adolecentes por eso no saben escuchar. Los profesores hacen lo que pueden, pero en realidad la parte formativa viene de el hogar. Que pueden hacer los profesores si estos chicos ya vienen asi desde sus casas y encima amparados por sus padres? Realmente una problematica que merece ser estudiada y donde exigirle a los adolecentes no llevara nunca a buen puerto. Hay que saber bien que es lo que quieren y luego ofrecerle un abanico de alternativas. Realmente los compadezco a los profesores con los chicos que piensan asi
me parece………. no q digo me parece… es un HECHO q la sociedad santiagueña esta a años luz de las demas sociedades de la argentina,por q esto de presentar camperas tiene y debe ser un acto social mas del monton q hay en la vida, q no tiene por q ser peligroso desde ningun punto de vista,,pero como todavia somos la barbarie hecha persona ,no estamos civilizados para vivir en sociedad respetando el concepto de q los derecho de uno terminan donde comienzan los del otro. PASA lo q pasa ,somos un mamarracho como sociedad …
No creo que seamos lo peor ni lo mejor de lo que pasa en otras sociedades, y sí todas las sociedades debieran tender a mejorar en respeto y humanismo.
Creo que una buena opinión nace de los anteriores aportes, escuela, hogar(padres o adultos responsables)sociedad toda debiera encarar estos temas realmente, por qué un evento festivo tiene que caer en hechos violentos,por quienes?,la mayoría de los jóvenes son alegres, no revoltosos.