La comunidad de la parroquia Santiago Apóstol de la ciudad de La Banda, vivió una importante jornada ya que después de un tiempo sin sacerdote este domingo tomó posesión el padre Luis Cruz. Incluso se podría decir que fue un día histórico porque después de casi 10 años, al frente de la mencionada iglesia estará un presbítero nativo de la provincia de Santiago del Estero.
Momentos antes de finalizar la celebración Eucarística el flamanente sacerdote dio su mensaje a los fieles presentes. En la oportunidad resaltó, «la idea es caminar juntos, cuidar la vida, defender la vida, contagiar la vida. Hay hermosos proyectos pastorales y el de la comunidad surgirá a medida que vayan saliendo los desafíos, para que el proyecto tenga sentido y pueda llegar a la familia, niños, adolescentes y jóvenes, especialmete los que pasan un momento difícil».
A la vez remarcó, «la vida es lo fundamental y eso vamos a cuidar, vamos a acompañar y eso vamos a hacer presente porque la vida es lo más importante. Como será que Jesús nos amó tanto que dio su vida para darnos vida en abundancia, y vida eterna».
En esa misma línea discursiva el padre Cruz añadió, «Dios amó tanto a la humanidad que su único objetivo y deseo es la vida del hombre, y por eso envió a su hijo para hacer presente el amor y con él la vida; una vida que trasciende las fronteras de este mundo, una vida que no tenemos que esperar del más allá sino que ese reino de Dios se hace presente aquí y ahora, como decía San Agustín, ‘Somos ciudadanos del reino de Dios, pero sin dejar de pensar que tenemos los pies aquí en la tierra'».
«Entonces caminemos juntos, apostemos juntos, luchemos juntos para hacer visible la vida en nuestra sociedad y allí uno irá dando respuesta a los desafíos de nuestros adolescentes, jóvenes y familias», sostuvo el párroco.
Por otra parte afirmó, «tenemos a Santiago Apóstol, patrono de esta comunidad y de nuestra provincia que él nos acompañe así como acompañó y se jugó por esta propuesta de Jesús frente a su pueblo. Que nos de esa pasión por anunciar y contagiar la vida de Dios aquí en esta sociedad, en esta iglesia en particular que camina en La Banda».
Finalmente se encomendó a San Juan Diego, «que me siga acompañando porque fue un hombre sencillo, humilde, y obediente al mensaje de María nuestra Madre bajo la advocación de Guadalupe. Que él sea quien me de esa sencillez y esa humildad en el servicio que es lo más importante para hacer visible la autoridad en nuestra sociedad. Que siempre se haga presente junto a Santiago Apóstol y a Nuestra Madre de la Consolación de Sumampa».
