Para ganar en el primer turno es necesario que el candidato sume el 50% de los votos válidos más uno.
Las elecciones presidenciales de Brasil celebrarán la primera vuelta el 2 de octubre, y en caso de que sea necesario un balotaje será el 30 del mismo mes.
El líder izquierdista, de 76 años, concentra un 47% de las intenciones de voto, seguido por el mandatario de ultraconservador, con 28%, pero con descontando nulos y en blanco la diferencia se eleva a 19 puntos y el candidato de la alianza que lidera el Partido de los Trabajadores (PT) superaría el mínimo requerido para ganar en primera vuelta.
En mayo, los dos candidatos opuestos en el espectro político se ubicaban en 54% y 30%, respectivamente.
En un eventual balotaje, el 30 de octubre, Lula sumaría 57% de los votos contra 34% de Bolsonaro, cerca del 58% y 33% obtenidos en mayo, reveló Datafolha.
«La nueva encuesta muestra, una vez más, que el pueblo brasileño quiere deshacerse de este gobierno trágico», tuiteó Lula tras la difusión.
Bolsonaro, que desestima los sondeos, rema contra una elevada inflación, de 11,73% en 12 meses hasta mayo, que sigue recortando los salarios de la población y afectando su imagen.
Un 55% de los encuestados por Datafolha dijo que «jamás» votaría a Bolsonaro, frente a un 35% que nunca escogería a Lula, niveles de rechazo similares a los registrados en el sondeo anterior (54% y 33%, respectivamente).
Datafolha entrevistó presencialmente a 2.556 personas entre los días 22 y 23 de junio en 181 ciudades brasileñas y sus resultados incluyen un margen de error de +/- 2 puntos.
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