El Consejo Directivo de la CGT suspendió la reunión que estaba prevista para este lunes, durante la cual se iba a analizar la posibilidad de un paro con movilización tras el ataque contra la vicepresidenta Cristina Kirchner y resolvió mantenerse en “estado de alerta” y “seguir la evolución de los acontecimientos”.
“Frente a la respuesta contundente de los trabajadores a la convocatoria efectuada y por las razones expuestas en la última reunión, corresponde dar por superada la reunión del Consejo Directivo convocada para el día de hoy, seguir la evolución de los acontecimientos y mantener el estado de alerta”, expresó un comunicado difundido por la central.
El viernes último, la cúpula de la CGT deliberó varias horas en el histórico edificio de Azopardo, repudió de forma unánime el ataque con arma de fuego cometido frente a las puertas del domicilio de la Vicepresidenta y declaró el estado de alerta y sesión permanente.
Los gremios confederados en la CGT, junto con los de la Central de los Trabajadores Argentinos (CTA) y los de su par Autónoma (CTAA) -que conducen Hugo Yasky y Hugo Godoy, respectivamente- participaron ese día de la multitudinaria movilización hacia la Plaza de Mayo para repudiar el ataque e intento de atentado.
La interna en la CGT
La interna de la CGT es anterior al ataque a Cristina Kirchner, pero creció a partir del hecho. El sector más combativo puja por la convocatoria a un paro nacional desde que la situación económica empeoró y la pérdida del poder adquisitivo del salario fue en aumento. Mientras que los dirigentes más cercanos al presidente Alberto Fernández resisten.
En la reunión del viernes de la CGT quedaron expuestas las diferencias en el triunvirato de la central sindical integrado por Héctor Daer (Sanidad), Carlos Acuña (Trabajadores de estaciones de servicio) y Pablo Moyano (Camioneros), que calificaron como “una reunión extraordinaria” ante “los graves acontecimientos nacionales” frente al departamento de la Vicepresidenta.
Según pudo saber TN, la división es entre quienes creían que ya era tarde para la convocatoria a un paro con movilización, luego de que la central obrera se haya sumado a la manifestación del viernes. Los que defendían la medida, entendían que deben hacer una muestra de poder en las calles y que el llamado al paro era contundente.
El viernes no hubo acuerdo ya que el sector más kirchnerista como el moyanismo impulsaba un paro nacional con movilización para el lunes mientras que los dirigentes identificados con el sector conocido como los “Gordos” decidieron evitar la medida de fuerza.
TN