Esa denuncia de la que habla es una demanda que Jefferson presentó por la supuesta «omisión» que habría hecho de sus funciones al no movilizar a las Fuerzas Armadas contra el Senado y el Supremo Tribunal Federal (STF) para expulsar al juez Alexandre de Moraes, quien ordenó su arresto en agosto del año pasado por su participación en las conocidas como milicias digitales en favor de Jair Bolsonaro.
En enero se permitió que Jefferson permaneciera bajo arresto domiciliario mientras continuaba la investigación bajo la condición de no mantener comunicaciones con el exterior ni manifestarse a través de redes sociales. Sin embargo, el viernes se saltó las normas lanzando ataques machistas a la jueza del Supremo, Cármen Lucía Antunes, por lo que se ordenó su entrada otra vez en prisión.
El sábado publicó un vídeo en el que anunciaba que no se entregaría y que solo le sacarían muerto de su domicilio en Río de Janeiro. Un día después recibió a los agentes que fueron a detenerlo a tiros. Dos de ellos resultaron heridos.
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