Según varios medios británicos, el primer ministro y su ministro de Economía, Jeremy Hunt, prevén recaudar hasta 50.000 millones de libras con subidas de impuestos y recortes del gasto, con el fin de mandar un mensaje de estabilidad financiera a los mercados.
«Hay decisiones difíciles de tomar» pero «seremos justos en el modo en que las abordaremos», afirmó Rishi Sunak el sábado, en una entrevista con el diario The Times, diez días después de su llegada a Downing Street a raíz de la dimisión de Truss.
Sunak advirtió que «el gobierno no puede hacerlo todo» y que tendrá que fijar prioridades. Si no, se tendrá que «tomar dinero prestado, lo que al final acarreará, como hemos visto, una fuerte inflación, una pérdida de credibilidad y unos tipos de interés en aumento», sostuvo.
Esta semana, el Banco de Inglaterra volvió a aumentar fuertemente sus tasas para intentar frenar el alza de precios, que en octubre alcanzó un 10,9%.
En los últimos meses, se convocaron varias huelgas para reclamar aumentos de sueldo. Este sábado se organizó una manifestación en Londres para protestar contra la carestía de la vida y exigir elecciones generales.
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