El cotejo se jugó en el Al Janoub Stadium, ubicado en la ciudad de Al Wakrah, a 15 kilómetros del centro de Doha, con un aforo de 40.000 espectadores, y con el arbitraje del argentino Facundo Tello, asistido por sus compatriotas Ezequiel Brailovsky y Gabriel Chade.
Suiza y Camerún, junto a Serbia (el cuarto equipo del grupo), no desconocen que con una potencia como Brasil, con un equipo plagado de estrellas y para muchos el máximo candidato al título, habrá que jugar por la segunda plaza para los octavos de final y por lo tanto los cotejos entre esos equipos serán fundamentales.
Los helvéticos están jugando su 12da Copa del Mundo, quinta consecutiva, y lo más lejos que han llegado es a cuartos de final, 1934, 1938 y 1954, esa última vez como locales.
El equipo europeo cuenta como figuras a los veteranos Granit Xhaka (Arsenal de Inglaterra y campeón mundial sub-17) y Xherdan Shaqiri (nacido en Kosovo y jugando en Chicago Fire de la MLS) y se acostumbró a participar en las grandes competencias.
Desde el 2006 solo no concurrió a la Eurocopa de Polonia y Ucrania en 2012, y apenas en Sudáfrica 2010 se quedó en la fase de grupos, a pesar de ganarle en el debut a España, que luego sería campeón mundial.
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