La Policía de la Ciudad desbarató una red de estafadores, cuyos principales integrantes son de la colectividad gitana, que sacaba créditos UVA a nombre de personas que habían perdido alguna documentación, y compraban autos 0 Km, dejando deudas millonarias a sus víctimas.
La investigación se inició en diciembre del año pasado cuando un hombre hizo una denuncia en la Comisaría Vecinal 12 A de la Policía de la Ciudad, por estafa y usurpación de identidad. La víctima informó que había perdido una tarjeta de crédito y al tiempo le llegó una notificación sobre una deuda por un crédito UVA que le habían otorgado. Al ir a la entidad bancaria le detallaron que debía dinero por un crédito prendario por 7.947.900 de pesos por la compra de un vehículo 0 km una concesionaria.
La causa quedó a cargo de la Fiscalía del Distrito Núñez-Saavedra, a cargo de José María Campagnoli, quien solicitó el levantamiento del secreto bancario. Los agentes de Fraudes Bancarios fueron hasta la concesionaria donde se hizo la operación, en el barrio porteño de Coghlan.
La investigación reveló que un gestor que se hacía llamar Jorge, con un poder otorgado por un escribano, que también quedó involucrado en la causa, había solicitado dos créditos, uno del denunciante y otro, a nombre de una mujer residente en la provincia de Corrientes, que luego se comprobó también había perdido un documento.
Cuando los efectivos fueron a la concesionaria, se les informó que uno de los autos con trámite en investigación estaba listo para la entrega.
Con la autorización judicial, los oficiales colocaron un rastreador satelital en el auto, un Fiat Cronos, por la División Análisis de Riesgo y Protección de la Policía de la Ciudad, para el día del retiro de la concesionaria.
Para darle mayor sinuosidad a la trazabilidad, el hombre que retiró el Cronos, no fue el gestor, sino un apoderado, con el escrito de poder mediante.
De esta manera, pasó por Juan B. Justo y Warnes, donde se le hizo un polarizado de vidrios y luego pasó por tres domicilios, en Villa General Mitre, Villa del Parque y Villa Devoto, que resultaron ser de miembros de la colectividad gitana. Las escuchas telefónicas confirmaron que los miembros de la banda se comunicaban en romaní.
Luego, el Cronos siguió su camino hasta la bajada de la calle Santa Rosa, en el Acceso Oeste, en Castelar, donde fue detenido el hombre que sacó el auto de la concesionaria, de 43 años. Los agentes secuestraron el vehículo y dos teléfonos celulares, que fueron derivados a las pericias.
A partir de las escuchas, el derrotero que hizo el conductor del Cronos antes de cruzar la avenida General Paz, el Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional 40, a cargo de Paula González, Secretaria 139 de Sebastián De Simoni ordenó cinco allanamientos, tres en esos domicilios porteños por los que había pasado el detenido antes de dejar la Ciudad, y otros dos en Merlo y Campana.
En dos de los allanamientos se encontró documentación de cinco autos, que estaban ocultas. Parte de los documentos, al igual que cinco llaves de autos, un Volkswagen Bora y tres celulares fueron secuestrados en una propiedad ubicada en Adolfo Carranza en Villa del Parque, en tanto que otras documentaciones fueron decomisadas en Navarro, en Devoto, donde también incautaron otros tres celulares.
En el caso están imputados otros tres hombres de la colectividad, uno de ellos el “gestor Jorge”, además del escribano, vinculado a la causa.
En tanto, el detenido fue trasladado a dependencias de la Policía de la Ciudad, donde quedó a disposición de la Justicia.
Los investigadores que participaron de caso destacaron la importancia de realizar las denuncias sobre pérdida o robo de documentación ante la Policía, sedes bancarias y empresas emisora de tarjetas ante extravío o hurto de los plásticos para no caer en estafas de este tipo.
Fuente Infobae