Opill, de Perrigo Co., el primer anticonceptivo oral de venta libre en Estados Unidos, llegará a las estanterías de los principales minoristas y farmacias con un precio de venta mensual sugerido de 19,99 dólares.
El pasado verano, las autoridades estadounidenses autorizaron el uso de Opill sin receta, uniéndose así a los más de 100 países en los que la píldora está disponible sin barreras como las citas médicas o la aprobación de médicos y padres. Aun así, las aseguradoras no están obligadas a cubrir los medicamentos sin receta, por lo que un precio asequible es crucial para la accesibilidad.
Durante seis años, la organización sin ánimo de lucro Ibis Reproductive Health y HRA Pharma, una unidad de Perrigo, colaboraron en la investigación necesaria para justificar la venta de Opill sin receta. Perrigo solicitó la aprobación de Estados Unidos para una versión sin receta tras la sentencia del Tribunal Supremo en el caso Dobbs contra la Organización de Salud de la Mujer Jackson, que frenó el acceso al aborto en algunas partes del país.
Aunque las estadounidenses han tenido acceso a los anticonceptivos orales durante décadas, los organismos reguladores de Estados Unidos exigían una receta para los fármacos, de modo que los médicos pudieran examinar a las pacientes con afecciones médicas que pudieran verse agravadas por las hormonas de los medicamentos. Por ejemplo, un tipo de anticonceptivo oral contiene las hormonas estrógeno y progestina, que están relacionadas con coágulos sanguíneos y otros efectos secundarios en determinadas personas.
Las principales cadenas de farmacias, como CVS Health y Walgreens Boots Alliance aún no han anunciado el precio de venta al público de la píldora. A principios de este año, grupos de defensa como Free the Pill (Libera la píldora) sugirieron un precio de venta al público no superior a 15 dólares por un suministro para tres meses.
Casi la mitad de los 6,1 millones de embarazos anuales en Estados Unidos no son deseados, según la Administración de Alimentos y Medicamentos estadounidense. Esto reduce la probabilidad de que los padres busquen atención prenatal temprana y aumenta el riesgo de parto prematuro y otros resultados adversos para la salud.
©2024 Bloomberg
Fuente Infobae