Al menos 9 personas murieron y 33 resultaron heridas este domingo cuando el autobús en el que viajaban fue atacado por presuntos insurgentes y se despeñó por un barranco en la Cachemira administrada por la India, informó la Policía.
“Los informes iniciales apuntan a que unos milicianos estaban esperando aquí para tender una emboscada y que dispararon contra el autobús”, dijo a AFP Mohita Sharma, un policía. “El conductor perdió el control y cayó en un profundo barranco. Nueve personas murieron y 23 resultaron heridas”, añadió.
Hasta el momento, ningún grupo insurgente ha reivindicado el ataque.
La región de Cachemira está dividida entre India y Pakistán. Ambos reclaman la soberanía de todo ese territorio del Himalaya desde su independencia en 1947.
Cachemira ha sido la causa de dos de las tres guerras que los han enfrentado desde entonces.
La parte administrada por India ha sido escenario de más de tres décadas de disturbios, con decenas de miles de muertos.
Delhi acusa a Pakistán de apoyar a los separatistas, lo que Islamabad niega.
En la parte india de Cachemira, la insurrección separatista ha sido aplastada en gran medida desde 2019, aunque el movimiento sigue atrayendo a algunos jóvenes.
Más de medio millón de soldados indios están desplegados en el territorio para controlar la insurgencia, que estalló en 1989.
En 2023 murieron algo más de 120 personas en la región, dos tercios de ellas insurgentes.
Este ataque ocurrió al mismo tiempo que el primer ministro de la India, Narendra Modi, tomaba posesión de su cargo al frente del Gobierno, tras su victoria en las recientes elecciones generales.
Los comicios, celebrados entre abril y junio, fueron el primer ejercicio democrático de la Cachemira administrada por la India desde que el Gobierno de Modi acabó con su estatus de semiautonomía en 2019. Los ataques selectivos contra hindúes o trabajadores foráneos, sea cual sea su religión, aumentaron desde la retirada del estatus especial de la región.
(Con información de AFP y EFE)
Fuente Infobae