Santiago quiere despertar
su ampatu de piedra
duermen allá en la inmensidad
sus ojos de arena,
bailando en el polvaderal
del hombre y la tierra.
Visiones del atardecer
que arden en mi corazón
esperan sin fin
que llueva una estrella.
Perdido en el ocaso está
el sueño de un chango.
Nunca lo pudo encontrar
porque de tanto sufrir
se volvió crespín
llorando en el monte.
Santiago quiere despertar
su ampatu de piedra.
Tumbada sobre el albardón
se quema una siesta
el cielo parece anunciar
la negra tormenta,
el sol se enoja con la sed,
los duendes festejan.
Distancia, río y arenal
cántaros llenos de sol
tiempo que dejó
espejos de ausencia.
Un pájaro llora de amor
en el horizonte.
Leyendas que recordarán
las historias de un dolor
llamando a ese amor
que nunca lo encuentra.
Santiago quiere despertar
su ampatu de piedra.
Felipe Rojas
