Un 24 de agosto
Cuando la noche caía,
partió Don Carlos al cielo
que sabía de su partida.
Se hizo silencio en La Banda
y el cielo se extremeció
con el llano de la guitarra
que olvidaba en un rincón,
escuchaba silenciosa
el murmullo de las cuerdas
que solitas se quedaban…
y la casa de la abuela
de pronto se iluminó
y al conuro de la luz,
el patio de tierra habló
pidiendo a la chacarera
que escondiera su dolor:
-¡No entristezcas chacarera,
no te entregues a la pena
que tu padre se murió…
está en cada uno de los versos
que con amor te escribió!
-¡ No llores más chacarera
y mira a tu alrededor
como llegan los cantores,
los guitarreros, bombistos
y hasta el violín de Don Sixto
se ha hecho presente hoy
para cantarle a don Carlos
ese adiós tan merecido!-
Por eso te pido hoy:
-No llores más chacarera…
juntarse con las guitarras
y las voces de sus hijos!
Que le canten, que le bailen
y con los rezos en el medio
y con danzas en el aire,
lucite hoy chacarera
con el adiós a tu padre
que Don Carlos no murió…
quedará como la abuela
en este patio de tierra!-
-¡Y cuando te sientas triste
y no puedas aguantar,
al son de sus chacareras
pedile a a Carlos que cante…
Que él en silencio vendrá
a entonarte suavecito!
Y evocarás el momento cuando a tu padre llevaron
de la casa de la abuela
al campi santo cantando,
por las calles de La Banda
florecida de lapachos.
Por eso, no llores más
-¡Levantate chacarera,
juntate con las guitarras
y las voces de sus hijos
que le canten, que kle bailen
y con rezos en el medio
y con anzas en el aire,
lucite hoy, chacarera
con el adiós a tu padre,
que Don Carlos no murió…
quedará como abuela
en este patio de tierra
y volverá por las noches
para cantarle a la Banda!-
Autor: Mary Escañuela
Fuente: Poesías, Reciuerdos y Vivencias