Los clásicos como Perfume de Carnaval, Desde el Puente Carretero, Como pájaros en el aire, sonaron en Los Lagos, en la voz e instrumentos del clan de cantores y músicos que de esta manera agradecieron a los miles de turistas que un año más visitaron La Banda
El calor en pleno invierno, las distintas tonadas de los turistas y cientos de bailarines disfrutando en las calles, fue la postal de una nueva edición del Cumpleaños de la Abuela María Luisa Paz de Carabajal.
La fiesta se inició bien temprano, de a poco las calles adyacentes a la casa de los Carabajal se iba poblando de gente que además de disfrutar del folclore santiagueño degustaba de las comidas típicas que se ofrecía.
Ya en el mediodía los músicos comenzaron a desfilar por el escenario montado frente al Patio de la Abuela y la expectativa por disfrutar del show de la familia a pleno se iba acrecentando.
Como ocurre cada año, se brindó un espacio a los músicos locales y a los que llegan desde distintos puntos del país con la ilusión de presentarse en la cuna de la chacarera. Uno de los momentos más emotivos fue cuando se presentaron Los Reynoso que ofrendaron un homenaje a su padre «Fatiga» Reynoso, el inolvidable Mansero.
Precisamente, ese fue el momento elegido por Peteco, “Musha”, Cali, Roxana, Graciela, Mariela, Homero, Dipi, Demi entre otros para copar el escenario y cantar junto a Los Reynoso, el himno cultural de los santiagueños «Añoranza».
Las chacareras, gatos y escondidos se sucedían en una fiesta que parecía no tener fin ya que la gente disfrutaba cada propuesta de la familia anfitriona.
«Sólo nos queda decir gracias, porque ustedes son los que avivan el fuego de esta fiesta y hacen que nuestro compromiso sea cada vez mayor», expresó Peteco cuando comenzaban a despedirse.
Y las chacareras siguieron sonando, los músicos fueron desfilando por ese mágico escenario que tanto atrae mientras caía la tarde y de a poco se iba apagando la llama hasta el próximo año, cuando Los Lagos vuelva a vestir sus mejores galas para recibir al país amante del folclore santiagueño.
