Minutos antes de subir al escenario de La Salamanca a hablar con su público en torno a la suspensión del espectáculo, Abel Pintos brindó una conferencia de prensa donde expuso su sentir ante cada espectáculo, su nuevo trabajo discográfico y se mostró comprometido con la realidad actual.
“La música que a uno lo conmueve siempre de alguna u otra manera funcionan como influencia y ‘Cien años’ la canción que grabamos con India fue muy conmovedora, generó mucho sin que lo sospecháramos. Cantar una canción nueva siempre es un desafío muy grande sin importar cuantas hayas presentado antes o cuanto éxito hayan tenido las anteriores; en la noche de Cosquín se sumaron muchas cosas, todo como se fue desarrollando fue emocionante y todos saben que yo no soy un hombre que se sepa medir cuando algo o alguien lo emociona y no tengo problema en demostrarlo”, comenzó exponiendo el músico.
Respecto a su nuevo trabajo discográfico adelantó: “El próximo álbum completo voy a poder compartirlo recién en mayo del 2020, este año voy a dedicarme a trabajar tranquilo en el estudio, en las composiciones, en la producción y grabación. No obstante me hacía mucha ilusión poder presentar temas nuevos durante el 2019 entonces comenzamos haciéndolo con ‘Cien años’ y lo haremos con una o dos canciones más hasta que se edite el disco. A veces sucede también que en el estudio las ideas viran para otro lugar y de repente ‘Cien años’ puede quedar o no conectado con el álbum; mi intención no es que las canciones que ahora grabamos por placer tengan que completar el disco sino sumarlas como un bonus track al trabajo que desarrollemos en estudio”.
Al consultarle sobre el desafío de ser un creador constante y variar los géneros musicales, Pintos destacó: “Desde que empecé a escribir mis canciones decidí cantarlas de inmediato en los escenarios; fue un proceso muy difícil porque cuando uno tiene la posibilidad de estar en un festival quiere toda la atención del público y eso se logra muchas veces recurriendo a los caballitos de batalla del cancionero popular folclórico. Entonces, cuando buscas mostrar lo tuyo, debes sacar un tema que seguramente te van a festejar porque es muy conocida corriendo el riesgo de no tener la misma respuesta”.
“Sin embargo –continuó- haber persistido tanto como venir una y otra vez a La Salamanca con mis temas, por ejemplo, me dio la posibilidad de cantar un tema mío y saber que tengo la misma atención, respeto y consideración del público”.
Respecto a los géneros musicales, dijo: “No me siento más cómodo en uno u otro porque para mi tiene que ver con lo estético, la forma de producir y lograr que una canción exprese que es lo que quiero decir y llegue al otro de la forma en que yo necesito que lo haga. No me preocupa tanto cómo voy a decirlo sino que exprese todo lo que quiero decir porque con el paso de los años vamos a terminar versionando las canciones, entonces no tiene mucho sentido ocuparse demasiado de la primera versión. La llave tiene hoy 10 versiones, de las cuales cinco las hago yo”.
Buscar justicia
Uno de los temas que le fue planteado es su visión en torno a la violencia de género y los alarmantes números de femicidios que se registran a nivel país, al respecto consideró: “No hay que bajar los brazos de frente a la búsqueda de justicia, al trabajo de concientización social para que esto no suceda en ninguno de los niveles incluso al que llega al femicidio; hablamos de violencia en el hogar, en la sociedad, en el trabajo, en las diferencias que suele presentarse a diario y en cualquier ámbito”.
“Hay que eliminar de una vez por todas la violencia y a la vez encontrarnos y entendernos en la igualdad de una vez por todas –prosiguió- pero hay mucho trabajo por hacer todavía. Arrastramos cosas culturales muy pesadas, de muchos años y va a costar bastante erradicarlas, pero no porque cueste mucho hay que bajar los brazos”.
