Abusos en Salta: Juzgarán a 2 exmonjas por abuso sexual gravemente ultrajante

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En el marco de las causas que rodean al cura Agustín Rosa Torino, acusado de abuso sexual gravemente ultrajante, dos exmonjas que se desempeñaron como colaboradoras en su congregación religiosa también serán sometidas a juicio por el mismo delito. Se trata de María Alicia Pacheco y Valeria Zarza, quienes fueron denunciadas por dos mujeres que manifestaron haber sido víctimas de los ultrajes cuando eran menores de edad.

En el caso de Pacheco, el Juzgado de Garantías N§ 1 dio el martes pasado el aval para que sea juzgada por el delito que se le imputa luego de haber concluido con la etapa de instrucción. El caso salió a la luz casi en forma paralela a las denuncias contra el controvertido sacerdote. Pacheco se desempeñaba como colaboradora de Rosa Torino en el instituto religioso Discípulos de Jesús de San Juan Bautista, recientemente cerrado por orden del Vaticano. En la capital salteña toda la actividad de la congregación se desarrollaba en la parroquia de la Santa Cruz, donde el cura montó toda una estructura que se potenció con la inauguración de sedes en el interior de la provincia, en distintas provincias del sur argentinas y en el exterior (México, Chile y España).

En diciembre de 2016, días después de que Rosa Torino fuera acusado y detenido por abuso sexual, una joven denunció a Pacheco por el mismo delito. Contó que entre 2004 y 2005 fue víctima de ultrajes por parte de la religiosa en el interior de la parroquia y también en su domicilio. Dijo que ella concurría al templo desde los 10 años y que todo esto sucedió en el marco de la convocatoria que hacía Agustín Rosa Torino, quien se presentaba ante las familias salteñas como el «cura sanador».

La víctima relató que la monja Pacheco, cuyo nombre religioso era «hermana Micaela», se había ganado la confianza de sus padres y por ese motivo estos le permitían concurrir en forma asidua a la parroquia y a que tuviera contacto con ella. Sostuvo que a partir de los 13 años comenzó a ser víctima de los abusos y que su calvario terminó cuando, frente a las evidencias, Rosa Torino se vio obligado a trasladar a Pacheco a otra sede el instituto. Desde ese momento perdió todo contacto con la monja.

La joven declaró que movida por su fe, al cumplir los 18 años, decidió convertirse en monja. Sin embargo, su situación se volvió a complicar cuando Rosa Torino la envió a Barcelona (España) para que continuara con sus estudios. Alejada de sus afectos decidió escapar del convento de la congregación y regresó al país con la ayuda de un hermano.

La denuncia

La denunciante de la exmonja rompió el silencio cuando en 2015 dos exnovicios denunciaron haber sido víctimas de abuso sexual por parte del cura Rosa Torino. Lo propio hicieron a partir de allí otras personas que fueron víctimas de abusos eclesiásticos.

Tras la investigación motorizada por la fiscal penal Luján Sodero Calvet, la exmonja Pacheco se encuentra acusada del delito de «abuso sexual gravemente ultrajante por la duración en el tiempo y por las circunstancias de su realización agravado por ser ministro de culto y corrupción de menores en concurso real».

La jueza de Garantías 1, Ada Zunino, realizó el control de legalidad de la investigación penal preparatoria. Expresó que según lo exige la ley vigente, el requerimiento de la fiscalía de la causa se efectuó «con respeto de los derechos y garantías de las partes implicadas en el proceso».

El Tribuno Salta

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