La ansiedad corre tan rápido por su cuerpo como sus piernas dentro de una cancha. «Quiero que llegue el debut en el Mundial ya, pero sé que tengo que estar tranquilo», es una frase que repetirá a lo largo de toda la charla que mantuvo con Infobae desde la concentración del seleccionado argentino Sub 20.
Agustín José Urzi disfruta cada minuto que pasa dentro de la delegación argentina que conduce el entrenador Fernando Batista, aunque no deja de exhibir sus nervios antes del lo que será su estreno oficial con la camiseta Albiceleste en la Copa del Mundo de Polonia.
Claro que hay una explicación para tanta excitación: el joven jugador de Banfield entró al equipo a último minuto, casi por la ventana, como se dice. «La verdad es que no me esperaba ni siquiera la citación», manifestó una de las joyas en bruto que tiene Hernán Crespo en el elenco verdiblanco.
El extremo, de 19 años recién cumplidos, se integró a un grupo ya conformado. Urzi no fue parte del subcampeonato obtenido en el Sudamericano de Chile que se disputó enero, ni de los amistosos de marzo. Y si bien ya conocía a sus compañeros «de enfrentarme con ellos y ya tenía buena relación», la realidad es que recién pudo conocerlos en profundidad a fines de abril, cuando fue citado por el Bocha en una prelista de 25 nombres para comenzar con los trabajos de preparación en el predio de Ezeiza.
El 3 de mayo, con el corte que hizo el DT de 21 futbolistas, el sueño de disputar la cita mundialista con la Albiceleste se materializó. «Cuando me enteré obviamente me puse muy contento y mi familia también. Ninguno tenía pensado que me podían llamar», confesó.
De esta manera, el pibe del Taladro fue uno de los pocos jugadores de recambio que debieron acoplarse a un plantel ya aceitado, tanto en lo futbolístico como en lo humano.
«Ellos ya se conocían porque habían compartido varios partidos juntos, pero no me costó mucho adaptarme. Además, los compañeros son todos re copados y tenemos muy buena relación, me adapté muy rápido», comentó respecto de su integración. Y agregó: «Nos llevamos re bien, estamos siempre juntos. Acá en la concentración tenemos para jugar a la Play, sino vamos a la pileta o compartimos mates. Somos muy unidos adentro y afuera de la cancha».
Veloz para desbordar, pero habilidoso para gambetear en el uno contra uno, Urzi llamó la atención de Batista por lo hecho en el equipo del Sur. Allí también demostró otra virtud: su polifuncionalidad para jugar de extremo por los dos lados, o de interior. Es así que las consultas sobre qué pretende el entrenador de él y en qué puesto lo usará fueron inevitables. «Me pidió que cuando juegue haga lo que sé, que vaya para adelante y encaré sin miedo. Después, depende de la formación que usemos, Batista me usa de interior y sino por afuera. Yo me siento más cómodo yendo por afuera porque puedo recibir perfilado, en cambio cuando juego por adentro tengo que rebotar mucho de espaldas», explicó, dejando entrever que el estratega del equipo juvenil no se casará con ningún esquema.
Quien llevará la dorsal ’16’ con el escudo argentino del lado del corazón reconoció el potencial de sus compañeros y con qué nivel llegan a esta cita mundialista -un título que se le niega a Argentina desde 2007-. «Tenemos un equipo muy grande, de muy buenos jugadores y nosotros vamos a ir por todo desde el primer partido. Desde que nos citaron en el predio de Ezeiza nosotros sabemos que venimos acá para ser campeones. Tanto yo como todo el grupo queremos llevar la Copa a Argentina», lanzó con seguridad.
La espera terminó, Argentina debutará este sábado ante Sudáfrica (a las 15.30) por la primera fecha del Grupo F en el Estadio de Tychy y Urzi no puede evitar compartir todo lo que se le pasa por la cabeza. «Estar acá es un orgullo enorme para mi y para mi familia. Los días se hicieron cada vez más largos. Estoy ansioso pero hay que tranquilizarse», repitió antes de colgar.
La nueva dirigencia de Banfield, presidida por Lucía Barbuto, sorprendió al no renovarle el contrato a un prócer de la institución como Julio César Falcioni y apostó por la frescura de Hernán Crespo, que volvió a Argentina para hacerse cargo del Taladro.
Rápidamente, la mano de Valdanito se notó en el Sur. El plantel pasó de un juego equilibrado, impuesto por el Emperador, a una filosofía plenamente ofensiva. El tradicional 4-4-2 se convirtió en un 4-3-3, con transiciones rápidas y una presión alta.
Sin embargo, el mercado de pases azotó al equipo verdiblanco: su capitán y figura Darío Cvitanich fue fichado por Racing y desde la institución decidieron apostar por los juveniles para refrescar al equipo.
Uno de los que aprovechó su oportunidad fue Agustín Urzi; surgido de la cantera del Taladro se abrió paso en el grupo de Primera y se ganó un puesto como titular en el equipo de Crespo.
El zurdo disputó diez partidos -nueve como titular- en lo que va de este año y se convirtió en uno de los niños mimados del DT gracias a sus características ofensivas. «Me sentí muy bien tanto dentro de la cancha como afuera. Me pude adaptar muy rápido a mis compañeros y por suerte dentro de la cancha me sentí muy cómodo, Crespo me dio libertad para jugar y poder encarar», fue el balance que el jugador hizo.
Claro que los resultados no acompañaron al elenco, apenas ganó dos de los doce partidos disputados entre torneo y Copa de la Superliga, algo que el joven categoría 2000 reconoció: «Terminé un poco caliente por el torneo que hicimos, porque jugamos bien, pero no tuvimos suerte para concretar los goles y tenemos que mejorar muchas cosas. Creo que por eso no se dieron los resultados».
«Crespo me pide que gambetee, que trate de generar el uno contra uno, que desborde y tire centros. Es lo que mejor sé hacer. Me siento muy cómodo en el uno contra uno, a veces me sale muy fácil limpiar al rival y lo aprovecho» se sincera sobre qué pretende su entrenador de él.
El punto más alto de Urzi se dio en la fecha 19 de la Superliga ante River, en lo que fue su primer presentación como titular. Aquella noche en el Estadio Florencio Sola, el pibe dio una muestra de carácter y altura, nada menos que ante uno de los mejores equipos del fútbol argentino. Su actuación llamó la atención de varios clubes que no dudaron en consultar por el número ’35’. «Por suerte jugué bien, tuve un buen partido. Sé que a mi representante le hablaron de River, Boca y Racing, pero estoy muy cómodo en Banfield. Quiero estar enfocado acá y dar lo mejor para el equipo el próximo torneo», expresó.
Después de lo que será su aventura en el Mundial Sub 20 de Polonia con la Selección, Urzi volverá al predio de Luis Guillón y se sumará a la pretemporada del equipo, con el que que buscará ajustar los errores de la última temporada. «Recibimos muchos goles de pelota parada, eso nos perjudicó mucho. Eso va a haber que ajustarlo. También hay que ser más eficaces, porque llegamos muchas veces y no podemos convertir, y capaz a nosotros nos llegan una vez y nos marcan. Eso te da una bronca. Son pequeños detalles que hay que mejorar, con eso creo que vamos a tener una buena temporada», explicó.