En Agronomía, Alberto Fernández presentó el plan denominado “Argentina contra el hambre”, con el que propone trabajar contra las desigualdades y la marginación que afecta al 35,4% de la población que se encuentra debajo de la línea de pobreza. “No quiero una Argentina de unos pocos, por eso despotrico tanto con esta Argentina central y Argentina periférica; el país es uno y debe estar integrado», señaló el referente opositor en el inicio de su discurso.
“Si llego a ser electo, me voy a poner el frente de la campaña contra el hambre en la Argentina”, aseguró el candidato a Presidente que representa al Frente de Todos, que de inmediato anunció: “Lo primero que vamos a reperfilar son los precios de la canasta básica para que todos tengan acceso».
En ese contexto, Fernández pidió un esfuerzo conjunto: “Esta es una batalla que debemos dar como sociedad, que alguna vez nos conmueva la vergüenza de ver la miseria que vemos al lado nuestro”, reclamó. “Decimos ser el país que produce alimentos para 400 millones de personas y no podemos alimentar a 15 millones nuestras que están en situación de pobreza… Deberíamos tener vergüenza”, reflexionó.
En otro fragmento de su discurso, el candidato opositor destacó una iniciativa de Juan Grabois sobre la Ley de Góndolas: “Excluye a muchos productores y hay dos proyectos sobre el tema… ¿por qué no empezamos a trabajar en eso ya?”, invitó a los legisladores nacionales.
“Cuando un chico no recibe la alimentación adecuada, no va a desarrollar su capacidad y ese niño en la sociedad del conocimiento será alguien sin futuro que no sabemos de dónde se va a agarrar para prosperar”, advirtió en el tramo final de presentación. “Pensar que hoy a cada chico se le asigna $29 en concepto de alimentos es realmente patético”, lamentó.
“Una vez demos la batalla que moralmente nos va a hacer una gran sociedad. Por una vez, olvidemos las diferencias y pensemos cuánto nos necesitan los que padecen hambre. Y como siempre digo, no quiero ser un gran Presidente, sino el Presidente de un gran país», concluyó.