El presidente Alberto Fernández se reunió durante casi una hora con John Kerry, enviado especial de Estados Unidos para el Clima del gobierno norteamericano, como parte de los encuentros de alta diplomacia que mantiene el jefe de Estado en su gira por Europa. El comienzo del encuentro fue a solas y luego se sumaron Felipe Solá, Martín Guzmán y Gustavo Béliz.
Antes de partir hacia el aeropuerto para emprender el regreso, Alberto Fernández habló brevemente del encuentro con Kerry: “Fue central sobre el cambio climático, le conté un poco la conversación que tuve con Georgieva, planteé que deberíamos pensar formas de financiamiento para los países que abordan el cambio climático y que eso podría darse con países que son deudores, que en vez de dar recursos podrían bajar la deuda”.
Ante una pregunta de una periodista, el mandatario reconoció que se habló de Venezuela: “Se tocó incidentalmente porque me pidió mi opinión y le di mi opinión de lo que yo veo”, explicó.
Sin embargo, Fernández no profundizó sobre el tema y contó que no hablaron de realizar una reunión con Joe Biden: “Hablamos de hacer un encuentro entre Estados Unidos y América del Sur para ver cómo encaramos el tema del cambio climático”.
En el final, el Presidente hizo un balance de la gira: “Me voy muy contento porque los objetivos que nos planteamos los hemos podido cumplir, y estoy conforme. La deuda era el tema que más me preocupaba. No me gusta autocalificarme, pero me voy muy, muy contento”.
Kerry también dio sus conclusiones del cónclave: “Tuvimos una reunión excelente. Hablamos del cambio climático y el desafío que se avecina. El Presidente está muy interesado en ayudar a los países de Latinoamérica y su liderazgo en el asunto climático es bienvenido”.
Si bien aclaró que no es un tema del que le corresponde hablar, el ex secretario de Estado contó que Fernández le mencionó que tuvo una “muy buena reunión” con la titular del FMI, Kristalina Georgieva: “Habló positivamente del encuentro y dijo que fue muy constructivo”.
“La clave para el cambio climático es que todos los países trabajen coordinadamente y cooperen. Con Argentina tuvimos buenas conversaciones previo a esto”, agregó Kerry, quien advirtió que una de las mayores preocupaciones es el Amazonas en Brasil: “Esperamos poder trabajar con Bolsonaro para progresar. Hemos tenido varias conversaciones con el ministro de Ambiente. Estamos trabajando en equipo y buscamos progresar”.
También confirmó que hablaron brevemente sobre Venezuela: “El Presidente quiso compartirme algunos pensamientos sobre la situación en este país”. Sobre una posible reunión entre Fernández y Biden, Kerry aclaró que no un tema que le compete: “No sé si hay planes para un encuentro entre ellos”.
Ex secretario de Estado, John Kerry es un funcionario de la primera línea de la administración del presidente norteamericano, Joe Biden, y la principal apuesta política por reflotar la agenda “verde” del Acuerdo de París en 2015, que fue firmado por Barack Obama y luego abandonado por su predecesor, Donald Trump. Ese tratado internacional establece un marco global para evitar un cambio climático peligroso, que apunta a limitar los aumentos de la temperatura global a 2º Celsius, por encima de los niveles preindustriales, y continuar el esfuerzo para bajarlo a 1,5 ºC.
El eje climático, en la actualidad, es uno de los puntos de acuerdo de alto nivel que mantienen el gobierno de Alberto Fernández y Joe Biden. El Acuerdo de París es un instrumento jurídico que compele a las partes a adoptar medidas y confluir en los objetivos de reducción del calentamiento global, en la medida que adhieran a ese documento.
El encuentro se llevó a cabo en el Hotel Regina de Roma, ubicado en la vía Veneto, la característica calle de moda de la capital de Italia. El presidente Alberto Fernández buscó ratificar su intención de avanzar en las políticas que mitiguen el cambio climático frente a Kerry y así profundizar el diálogo con la Casa Blanca, en un contexto que necesita de su apoyo en las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para lograr un nuevo acuerdo por la deuda externa.
Kerry es uno de los funcionarios con mayor capacidad de influir globalmente en la agenda “verde”. Estados Unidos es la principal economía del mundo y el segundo emisor de carbono. Por eso, el rechazo que había adoptado el gobierno de Donald Trump -un aliado de las industrias de combustibles fósiles- implicaba poner en jaque a la coordinación interestatal en todo el mundo para alcanzar las metas ambientales.