Alegría en la iglesia santiagueña por la ordenación diaconal de Facundo Gonzalo Gallego

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Este domingo, el seminarista Facundo Gonzalo Gallego fue ordenado Diácono de la Diócesis de Santiago del Estero. La ceremonia se desarrolló en la ciudad de Fernández (Dpto. Robles) y estuvo presidida por el obispo Vicente Bokalic Iglic CM, acomapñado por el obispo auxiliar, Enrique Martínez Ossola y sacerdotes de distintas parroquias. La Santa Misa se concretó en el Colegio San Francisco de Asís e Instituto Nuestra Señora del Rosario.

En su reflexión el pastor de la iglesia santiagueña dio gracias a Facundo, «por este sí a Jesús y por la manifestación del amor de Dios. También quiero dar gracias a los padres de Facundo por el acompañamiento brindado a su hijo».

Seguidamente señaló, «el evangelio de este domingo nos ayuda a entender un poco lo que va recibir Facundo. Él será un diácono en la Iglesia».

«En esta lectura vemos como Jesús se encuentra en medio de una polémica; en realidad su figura, sus palabras provocaban polémicas. Vemos como se cumplía aquello que ya había escuchado María, este niño será signo de contradicción. Frente a él se desplegaron los sentimientos más profundos del ser humano», expresó.

A la vez manifestó, «en aquellos tiempos los maestros de la ley, los fariseos, estaban preparados y esa preparación los hizo creerse más que Dios, cerraron su corazón, su mente a esa llegada del Mesías que ellos mismos venían anunciando. Debemos recordar que en el Antiguo Testamento ya se hablaba  de la venida del Mesías».

«A pesar de su sabiduría eran cortitos. Hay otra sabiduría, la de saber esuchar, estar atentos a los signos de la presencia de Dios. Ciertamente Jesús los despistaba cuando les decía que era hijo de Dios. Ellos -por los maestros- conocían a la familia de Jesús, sabían a donde había nacido y expresaban cómo va ser éste el Hijo de Dios», explicó Bokalic.

El pastor de la iglesia santiagueña añadió, «no hauy peor ciego que el que no quiere ver. Eso nos pasa a nosotros, la soberbia. Los fariseos le cuestionaban que sus discípulos no se lavaban las manos para comer. Pero Jesús los escuchaba; y les dijo una frase del Antiguo Testamento, este pueblo me honra con los labios, pero su corazón está en otra cosa, esos labios no expresan lo que hay en su corazón».

Sobre esta cuestión amplió, «Jesús apunta al interior, nosotros nos quedamos con la apariencia. Dios ve nuestro corazón y lo que hay en el. Lo que hay en nuestro corazón, después lo reflejamos».

«De nuestro corazón nace la paciencia, la hospitalidad, la solidaridad, todo esto nace de un corazón reconcialiado, traspasado por el amor de Dios, El Señor nos ofrece transformar nuestro corazón», sostuvo monseñor Bokalic.

Dirigiéndose al flamante diácono indicó, «Facundo recibe sacramento de amor. Jesús sirvió siempre, estuvo cerca de la gente. No te canses de contemplar a Jesús servidor». Agregó, «él se olvidó de su grandeza, de su poder, se humilló para servir a sus hermanos».

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