La milicia islámica libia Ansar al Sharia, considerada como una «organización terrorista» por la ONU y Estados Unidos, anunció el sábado su «disolución» en un comunicado publicado en Internet tras haber perdido a la mayoría de sus miembros por deserciones y muertes en combate.
Se trata del mismo grupo acusado por Washington de ser responsable del ataque del 11 de septiembre de 2012 contra el consulado estadounidense de Bengasi, que costó la vida al embajador Christopher Stevens y a otros tres norteamericanos.
En su comunicado, Ansar al Sharia, una guerrilla salafista que intentaba establecer la ley de la Sharia en Libia en alianza con Al Qaeda, admite implícitamente haber sido «debilitado» por la guerra contra las fuerzas del mariscal Khalifa Haftar, hombre fuerte del gobierno libio en Tobruk.
El grupo había perdido a su jefe, Mohamad Azahawi, muerto en combates contra las fuerzas pro-Haftar a fines de 2014 en Bengasi, antes de ser debilitado por la deserción de la mayoría de sus miembros para sumarse al grupo Estado Islámico (ISIS), que podría ahora fortalecerse por la disolución.
Posteriormente se sumó al Consejo de la Shura de los Revolucionarios de Bengasi, una coalición de milicias islamistas que había tomado el control de Bengasi en 2014.
Meses más tarde, el Ejército Nacional Libio, autoproclamado por el mariscal Haftar, les declaró la guerra y logró tomar el control de una parte importante de la ciudad.
Desde hace varias semanas, esta fuerza asedia a los últimos combatientes yihadistas presentes en dos barrios del centro de la ciudad.
Formado tras la revolución contra el líder Muamar Khadafi en 2011, el grupo Ansar al Sharia se había implantado principalmente en Bengasi y Derna y mantenía otras filiales creadas posteriormente en Sirte y Sabratha.
En su momento de mayor éxito ocupó cuarteles y sitios militares abandonados por el régimen anterior y los convirtió en campos de entrenamiento para cientos de yihadistas que quieren viajar a Irak o Siria.
En 2014, tres años después de la caída de Khadafi, una nueva guerra civil estalló en Libia entre el gobierno de la recientemente electa Cámara de Representantes, con sede en Tobruk y el apoyo de las tropas de Haftar, y el Gobierno de Acuerdo Nacional con sede en a capital, Tripoli.
Si bien las autoridades en Tripoli, que cuentan con el apoyo de las Naciones Unidas y la coalición anti-ISIS, y en Tobruk, apoyadas por Rusia Yohy Egipto, se encuentran en un alto al fuego a la espera de la formación de un gobierno de unidad, los combates contra las milicias del Consejo de la Shura de los Revolucionarios de Bengasi, el ISIS y otras facciones leales uno u otro gobierno continúan.