Gustavo Iaies, Director del Centro de Estudios en Politícas Públicas dialogó esta mañana con Radio 10, acerca de los reiterados hechos de violencia que se producen en el ámbito escolar.
«Por empezar, yo no le daría el caracter de problema social, porque hay un riesgo de bajarle peso al hecho. Yo lo enmarcaría en Policiales», opinó Iaies.
Según el experto, estas situaciones se dan ante la ausencia de autoridades y normas claras: «en la sociedad esta faltando eso. Y la violencia aparece como la forma de dirimir las diferencias. La peor, sin dudas»
Asimismo, Iaies señaló que, ante la ausencia de normas, «todos nos volvimos mas parecidos: los chicos así como le pegan a un compañero le pegan a un docente porque les parece un igual.»
El Director del CEPP instó a «restablecer la idea que el director o el docente no es un par, es una autoridad.» Además, adjudicó esta problemática al hecho de que «la sociedad actual se pelea con el modelo autoritario pero todavía no termina de construir otro modelo. Y los padres buscan charlar con sus hijos pero desde el lado de un amigo».
Iaies remarcó que la situación «es responsabilidad de los adultos porque no terminamos de despegarnos del rol del adolescente rebelde». Y añadió que lo que más cuesta a los adultos es «la idea de jugar ese juego, de saber pararse en el lugar de autoridad».
«En esta sociedad que parece haber decidido tener 20 años toda la vida, las normas son confundidas con autoritarismo», señaló el experto.
Además, destacó que antes, la educación era más sólida por el status que poseía la escuela como institución: «primero, no todo el mundo podía acceder tan fácilmente. Pero además, la escuela no tenía por qué parecerse a la sociedad. En cuanto al lenguaje, por ejemplo, el chico no podía hablar como en la cancha porque estaba en la escuela.»
Iaies puntualizó: «Por un lado, hay nuevos interrogantes que uno no tenía claros», como la pregunta ¿debo o no debo aceptar a un alumno en facebook?. Además, «el bloque entre los adultos está roto. Los chicos descubrieron que los adultos dudan de todo. Y sin querer les están dando pie a la negociación.»
«Hubo un día en que todos decidíamos que queríamos ser libres y hoy estamos diciendo “me parece que nos pasamos”, resumió el experto, y añadió que «el problema es que cuando vemos a los chicos, no es cierto que libertad es igual a felicidad.»
