Las víctimas mortales en los ataques en Cataluña de hace diez días subieron a 16, con la muerte este domingo de una alemana de 51 años, informó el servicio de Protección Civil de la región española.
Ayer, cientos de miles de personas marcharon pacíficamente por el centro de Barcelona al grito de «¡No tengo miedo!», un rechazo público a la violencia tras los ataques. Socorristas, choferes de taxis, policías y ciudadanos que prestaron ayuda inmediatamente después del atropellamiento en La Rambla, cuando una camioneta blanca arrolló a más de cien personas, encabezaron la marcha. Portaban un cartel del ancho de la calle con letras mayúsculas en negro que decía «No Tinc Por», que significa «No tengo miedo» en catalán.
La frase pasó de ser una respuesta cívica espontánea a la violencia a una consigna que adoptó toda la clase política española.
El grupo Estado Islámico se atribuyó la responsabilidad de los ataques. La investigación de la célula extremista detrás de los ataques mostró que el grupo planeaba atentados aún más mortales, pero por accidente hizo detonar una explosión en una casa en Alcanar donde se construían explosivos y había tanques de gas almacenados.
Ocho sospechosos murieron, dos están presos bajo cargos preliminares de terrorismo y homicidio, y otros dos se encuentran en libertad condicional pero siguen bajo investigación.
La Nación
