Un portavoz de la aerolínea explicó que el vuelvo pudo operarse «con un cambio de aeronave«, luego del aterrizaje de emergencia, porque la causa del retraso fue que el problema escatológico que sufrió uno de los pasajeros, habría quedado esparcida «por todo el avión». Al llegar a Atlanta, varios trabajadores se encargaron de desinfectar la aeronave durante horas.
Los Centros de Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés) tienen una guía para la tripulación de cabina. De acuerdo a estos protocolos, dado que no se sabe si una enfermedad es contagiosa cuando aparecen los síntomas por primera vez, cualquier líquido corporal como diarrea, vómito o sangre debe tratarse como potencialmente infeccioso.
Por lo tanto, después de que se identifica al pasajero enfermo, se deben tomar las siguientes medidas de control:
- Si es posible, sentar a los pasajeros enfermos con diarrea o vómitos cerca de un baño.
- Restringir el uso de ese baño solo para los que tienen síntomas. En caso de que esto no sea posible, habrá que desinfectar según la política de la empresa.
- Proporcionar bolsas de aire si los pasajeros dicen que tienen náuseas o vómitos.
- Si se toma alguna medida, como en este caso, que el capitán decidió dar la vuelta para volver al punto de partida, se deberá realizar una limpieza especial en todas las superficies, tanto duras, como mesas de bandejas, monitores, brazos de asientos y ventanas; hasta las suaves, como el suelo alfombrado o los almohadones de los asientos. Asimismo, habrá que colocar todos los artículos contaminados dentro de una bolsa de riesgo biológico y desecharla al aterrizar.
Ámbito
