«Eliminamos el cepo a la producción automotriz para generar más y mejor empleo», dijo el el ministro de Producción, Francisco Cabrera, luego del encuentro de ministros que convocó Alfonso Prat-Gay, donde se analizaron la perspectiva de los diversos impuestos que vencen el 31 de diciembre, entre los que estaba incluido el Adicional a los Autos de Alta Gama, que se prorrogó el 3 de julio último.
El Ministerio de Producción anunció la reducción de 30% a 10% de la tasa adicional de Impuestos Internos para los vehículos que superen el valor de $350.000, y de 50% a 20% para la franja de más de 800.000 pesos.
De ahí que a partir de mañana cabe esperar una significativa disminución de los precios de las unidades favorecidas por la importante baja de alícuotas. Y también a los de las gamas inmediatas inferiores.
A través de un decreto que será publicado mañana en el Boletín Oficial, se eliminará un régimen distorsivo que frenó la producción en los últimos dos años, porque no sólo encareció sin ganancia tributaria final los autos tope de gama, sino que también presionó al alza de precios de los segmentos inmediatos inferiores, por el natural desplazamiento de la demanda.
«Estamos eliminando trabas y distorsiones que limitaron la inversión con el foco en la generación de más y mejores empleos. El sector anticipó inversiones por USD 3.800 millones a 2017 porque hay confianza en la capacidad del país productivo que está despertando», afirmó Cabrera.
«Nuestro compromiso fue poner en marcha la economía y lo estamos cumpliendo. Al terminar con el cepo cambiario, pudimos eliminar las retenciones a las exportaciones industriales y las DJAI que tanto daño hicieron a nuestra economía. El impuesto a los autos era sólo un mecanismo más para intentar contener el tipo de cambio. En dos años de vigencia, no solo no logró su objetivo sino que generó freno a la producción, caída de empleo y distorsión de precios», explicó Cabrera.
«Sin dudas la modificación realizada por el Gobierno permitirá a las empresas contar con previsibilidad para planificar y aumentar la producción y comercialización de aquellas versiones de los segmentos de vehículos que se han visto afectados, aumentando la oferta de modelos y las fuentes de trabajo en la cadena automotriz», destacó Enrique Alemañy, presidente de la Asociación de Fábrica de Automotores (Adefa).
«Estas medidas adoptadas recientemente son un paso importante en el camino de ejecución de una agenda de mediano y largo plazo, enfocada en el diagrama de una política industrial sustentable en el tiempo. Premisa que de manera permanente hemos impulsado desde la entidad», agregó el titular de ADEFA.
«Estas medidas adoptadas recientemente son un paso importante en el camino de ejecución de una agenda de mediano y largo plazo, enfocada en el diagrama de una política industrial sustentable en el tiempo. Premisa que de manera permanente hemos impulsado desde la entidad», agregó el titular de Adefa.
«Este impuesto afectaba a la producción y comercialización de varias versiones de modelos de gama media, media alta, SUV y comerciales de pasajeros, tanto de producción nacional como importados», observó Enrique Alemañy.
En el caso de las motos, el 99% de la producción nacional no pagará impuestos internos ya que solo tributarán 10% las que superen el valor de $65.000, también con baja de 20 puntos porcentuales para los que están entre $39.701 y 71.000 pesos.
Para las embarcaciones, la tasa de 10% se aplicará cuando superen el valor de $400.000, frente a la escala de 10% que regía para el segmento de $39.700 a $71.000 y de 30% para montos mayores.
La reducción de la tasa también será dinamizadora directa para las fábricas de motos y embarcaciones, dos sectores integrados principalmente por Pyme que habían sufrido el impacto impositivo y ahora podrán aumentar sus planes de producción con miras a 2016.
El secretario de Industria Martín Etchegoyen explicó que «la recaudación por el impuesto anterior era insignificante y la distorsión de precios, extraordinaria. Había vehículos de gama media que se producían en la Argentina pero no se comercializaban porque el impuesto los transformaba en inaccesibles. Con esta normalización, gana la producción y ganan los usuarios porque van a bajar y estabilizarse los precios de todos los vehículos».
El ministro Cabrera explicó que «es una medida muy importante para los miles de familias de Córdoba, Tucumán, Santa Fe y Buenos Aires que se desarrollan junto a la industria automotriz y toda su cadena de valor».
El decreto tiene una vigencia de seis meses con el objetivo de analizar el comportamiento del sector, monitorear los niveles de importación y realizar las modificaciones que se consideren necesarias en favor de la industria nacional y el empleo.
