Batista, el regreso a la fórmula de su éxito y un disidente en casa

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«No hay mal que por bien no venga» habrá pensado Sergio Batista tras los dos primeros partidos de la Copa América y el rechazo generalizado al desempeño del equipo argentino que le permitieron volver a las fuentes, sus fuentes, con las que ganó la medalla de oro olímpica en Pekín 2008.

El regreso a la buena senda, pese a las dudas que aun siguen en pie dejó, sin embargo, heridos a su paso, principalmente uno que puede alterar la paz interna del plantel: Carlos Tevez.

«El Apache», primero marginado de la convocatoria de la CopaAmérica, luego ingresado por la ventana del búnker de Batista por presiones externas, no tiene lugar en el equipo de «Checho».

El mismo está conformado por 7 titulares coincidentes entre la final de la cita olímpica de 2008: Romero, Zabaleta, Gago, Mascherano, Di María, Messi y Agüero, mientras que la coincidencia se extiende a 13 de 23 en cuanto a la convocatoria general de aquel torneo jugado en tierras asiáticas y esta Copa América: Romero, Zabaleta, Garay, Pareja, Burdisso, Gago, Biglia, Banega, Mascherano, Di María, Messi, Lavezzi y Agüero.

Las tácticas, en tanto, también se asemejan: Batista pasó del 4-3-3 contra Bolivia y Colombia (y contra su voluntad), al 4-2-3-1 con el que encontró un mejor desarrollo de juego ante Costa Rica (ante Nigeria en la final de los Juegos Olímpicos fue un 4-3-2-1), y así el equipo funcionó, por momentos, con juego, desborde y gol.

A partir de Costa Rica, entonces, sólo restan pulir las falencias en defensa, que siguen siendo el punto débil del equipo, porque los desajustes en el medio y adelante quedaron en cierto modo solucionadas a partir del ingreso de Fernando Gago, clave a la hora de quitar tanto como de generar juego, y de Ángel Di María, garantía por el flanco izquierdo para desbordar y llegar al arco contrario, mientras que si Higuain ajusta su puntería, el gol ya no será problema.

¿Y Tevez?

«Carlitos» se instaló en la convocatoria a través de su carisma y otros factores externos: cuando el jugador del pueblo estaba ya fuera de la lista hizo un gol en Inglaterra para el Manchester City que festejó besando una canillera con la bandera argentina.

Forzó un encuentro con «Checho», a quien le pidió disculpas por haberse borrado de un amistoso con Brasil y por pedir la continuidad de Diego Maradona como DT y, sumado a la presión de Julio Grondona y los sponsors, se transformó en 1 de los 23.

Empezó como titular, se mostró errático, superpuesto con otros compañeros y hasta ofuscado. Salió del equipo…y habló. En la previa del choque clave con Costa Rica para la continuidad en la Copa América, dijo sentirse «incómodo» en la posición que le había dado el técnico en la cancha y que prefería jugar «de 9», lugar destinado exclusivamente para Lionel Messi.

Tales declaraciones no fueron bien tomadas por el técnico y por algunos de sus compañeros.

Cuando Tevez se enoja, lo sabe el Corinthians, el Manchester United y ahora el Manchester City, hay una revolución en potencia. Como si tuviera poco con el armado del equipo y la obligación de ganar la Copa, el objetivo de Batista también será evitar que la bomba de Fuerte Apache detone.

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