Inmediatamente después de que se confirmara la salida de Rodolfo Arruabarrena de Boca, los primeros nombres que picaron en punta para reemplazarlo fueron Guillermo Barros Schelotto, quien regresó de su periplo por Italia, y Martín Palermo, quien espera con ansias otro reto como DT.
Todo lo bueno que el mellizo hizo en Lanús fue reconocido por el mundo del fútbol, que lo recompensó con una experiencia trunca por Europa, donde avisó que esperará por revancha. Sin club, es el deseo de gran parte de la Comisión Directiva y los hinchas xeneizes, aunque habrá que aguardar por las charlas pertinentes para ver si está dispuesto a agarrar ahora.
El hecho de que el Titán haya tenido suerte dispar estratega de Godoy Cruz y Arsenal de Sarandí no le quita crédito, teniendo en cuenta que Rolando Schiavi, hoy técnico de la Reserva boquense, formó parte de su cuerpo técnico anteriormente y cuentan con una excelente relación, que lo acercaría. Flotan otros nombres, pero hay dos tapados que serían los únicos con peso propio y experiencia para relegar a los ídolos de La Ribera.
Marcelo Bielsa y Jorge Sampaoli, maestro y discípulo. Están anotados en la carpeta, pero son dos candidatos muy complicados de cerrar. De por sí, con el Loco rosarino es muy complicado tomar contacto personal, aunque no descartan ubicarlo en las próximas horas para presentarle un proyecto a largo plazo, requisito básico para tentarlo.
El ex entrenador de la Selección de Chile también es amante de los ciclos extensos, pero su simpatía con River lo alejaría como opción. De hecho, declaró en el último tiempo que vería difícil dirigir con los colores azul y oro.
