En el marco del 61° Congreso de la FIFA, el actual titular Joseph Blatter fue reelecto para afrontar su cuarto mandato al frente del máximo organismo del fútbol internacional. De 203 asociaciones que emitieron su voto, 186 respaldaron al suizo.
Sin embargo, pese a saber que tarde o temprano Blatter sería reelecto, hasta último momento continuó el escándalo que viene rondando a las elecciones desde que apareció un opositor, Mohhmmed Bin Hammam, lo que produjo constantes acusaciones de corrupción que culminaron con el retiro del candidato qatarí.
Bin Hammann había sido acusado de comprar su Mundial, con un soborno de 40 mil dólares a más de veinte federaciones caribeñas. Además, también se lo acusó a Jack Warner, titular de la Concacaf, de haberlo ayudado. A su vez, este último dirigente denunció a Julio Grondona, al paraguayo Nicolás Leoz (presidente Conmebol), al camerunés Issa Hayatou (de Confederación Africana) y al guatemalteco Rafael Salguero (Concacaf), de recibir sobornos y que Blatter tenía conocimiento de lo sucedido. Como consecuencia de esto, tanto el qatarí como Warner fueron suspendidos por el Comité de Ética.
A raíz de esto, la Federación Inglesa de Fútbol (FA) solicitó posponer las votaciones. Pero para que esta propuesta sea tenida en cuenta necesitaba el 75 por ciento del respaldo del Congreso, que no obtuvo, ya que172 de los 206 miembros presentes votaron en contra.
Sólo 17 asociaciones sí votaron a favor de la FA. «No tuvimos éxito, pero fue positivo que otras 16 naciones se unieran a nuestra petición democrática», reconoció el presidente David Bernstein. Y añadió: «Además, otras federaciones se abstuvieron, lo que demuestra que no estamos solos o aislados en nuestro punto de vista por la actual situación de la FIFA».
En tanto, el portavoz del Primer Ministro británico, David Cameron, sentenció: «Hace falta más transparencia en la FIFA. La organización necesita una reforma. Creemos que la FIFA debería haber suspendido las elecciones hasta que hubieran acabado las investigaciones».