Fueron dos tiempos para Boca en este debut en la Emirates Cup. Por un lado el primero, en donde se vio superado física y deportivamente por el Arsenal de Inglaterra. Mientras que por el otro el complemento, en el que su rival bajó el ritmo y el conjunto argentino no lo desaprovechó, al punto que obtuvo la igualdad y estuvo cerca de la victoria.
La primera parte dominó el Arsenal, que atacaba por los costados y complicaba a los de Julio Falcioni, quienes no podían hacer pie. Fue así, que el local abrió el marcador a los 29 minutos por el tanto de Robin Van Persie, quien se anticipó a todos en un centro y definió abajo del palo de Agustín Orión. De esta manera, Boca trató de adelantarse pero no tenía claridad para hacerlo, por lo que se fue al descanso en desventaja.
El segundo tiempo no comenzó bien para los de La Ribera, quienes antes del minuto ya estaban 2 a 0 abajo, tras la excelente definición de Aaron Ramsey. Ante esto, el partido parecía estar terminado; sin embargo, Boca comenzó a adelantarse y el que pasó a mostrar fallas defensivas muy notorias fue el equipo inglés. Por eso, Juan Román Riquelme fue mejorando y no desperdició el primer contraataque serio que tuvo, ya que asistió a Lucas Viatri para que ponga el 1-2 a los 23 minutos.
Así, el partido tomó otro curso y fue Boca el que se animó a buscarlo con intensidad. Si bien la reacción era de esperarse, el empate llegó al instante, cuando Pablo Mouche puso a los 26 minutos el 2 a 2. Desde ese momento, hasta el final del encuentro, “El Xeneize” estuvo más cerca del triunfo, aunque no pudo quedarse con el mismo.
Boca se llevó un valioso empate en su debut en la Emirates Cup, en la que cerrará su participación este domingo frente al Paris Saint Germain, que perdió 1 a 0 frente a New York Red Bulls. Para este encuentro el técnico haría varios cambios. Por otro lado, cabe destacar que para llevarse el título tendrá que derrotar a los franceses y esperar que el Arsenal no pierda con los estadounidenses, como así también – en caso de igualdad de puntos – deberá tener una mejor diferencia de gol.