El Presupuesto General de la Nación para 2023 prevé un gasto de 1.114 millones de dólares en el subsidio para los precios internos del diésel y la gasolina. El año pasado ese monto alcanzó los 1.713 millones de dólares, de acuerdo con la estatal petrolera YPFB.
El gobierno de Arce argumenta que ha tenido que destinar más dólares para amortiguar los precios de los carburantes, generando una escasez de divisas en el sistema financiero.
Sin embargo, el economista y académico Gonzalo Chávez cree que el descenso de las reservas comenzó en 2014, cuando sumaban 15.100 millones de dólares. Las «malas inversiones» del Estado las hicieron caer hasta los 3.500 millones de dólares actuales, señaló en un reciente artículo de opinión.
A ello se suma un «déficit público del 7,7% del PIB, en promedio desde hace nueve años, como síntoma de (una) crisis muy profunda». Además, las exportaciones de gas han «bajado de 6.600, en el año 2014, a 3.000 millones de dólares, en 2022», explicó Chávez.
Casi todos los bancos han limitado los retiros hasta los 300 dólares diarios por persona, mientras que el BCB ha realizado varias ventas de divisas para atender la demanda.
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