“Dada la realidad de un fraude electoral, el CONADE exige la anulación de las elecciones”, dijo su líder, Waldo Albarracín, que ha leído un comunicado en una rueda de prensa desde La Paz, según informa la prensa boliviana. Albarracín ha argumentado que “el fraude electoral denunciado y evidenciado técnica y jurídicamente inviabilizan la segunda vuelta”, por lo que sería necesario repetir las elecciones presidenciales pero esta vez con un tribunal electoral “imparcial”.
Además, el CONADE ha instado a “mantener las movilizaciones” hasta las 18.00 (hora local) de este domingo, “momento a partir del cual es necesario abastecerse y permitir la limpieza de la ciudad y la llegada de los camiones de productos a los mercados”. “El lunes debe iniciarse la movilización y el paro a partir de las 00.00 horas a fin de garantizar su contundencia. Se desarrollará hasta las 16.00 horas a fin de acudir todos a la Gran Concentración” en La Paz, ha precisado.
El CONADE ha pedido a sus seguidores que «eviten la confrontación» y no lleven a niños y adolescentes a las protestas, «así como permitir el paso de la prensa y los servicios públicos y de emergencias».
UNA SEMANA DE PROTESTAS
Las protestas estallaron la noche electoral por la repentina suspensión de la transmisión de los resultados justo cuando los números apuntaban a la necesidad de celebrar una segunda vuelta entre Morales y Mesa, la primera en 17 años. Al reanudarse la transmisión, la tendencia se había invertido.
Los resultados definitivos se conocieron el jueves y dan la victoria a Morales, con un 47,07 por ciento de los votos frente al 36,51 por ciento de Mesa, más de diez puntos de ventaja que permiten al líder indígena eludir la segunda vuelta. La oposición, reunida en torno a Mesa y el CONADE, ha denunciado un “fraude gigantesco” y a lo largo de toda la semana se ha manifestado en Santa Cruz, su bastión, La Paz y otras ciudades para exigir una segunda vuelta y una auditoría independiente del escrutinio electoral.
Morales, por su parte, se ha mostrado dispuesto a que organizaciones internacionales, como la ONU y la OEA, e incluso otros países, entre los que ha mencionado Argentina, Brasil, Colombia y Estados Unidos, auditen el resultado electoral. Si se demuestra el «fraude», ha asegurado, irá a segunda vuelta.
El CONADE se mantiene en «movilización permanente» hasta conseguir sus objetivos, lo cual se ha traducido en nuevas protestas durante el fin de semana que han paralizado Santa Cruz. El presidente boliviano ha amenazado con movilizar a los suyos para «cercar las ciudades» y «hacer respetar» su reelección.
“GOLPE DE ESTADO”
Morales ha alertado además este domingo de que se estaría gestando un “golpe de Estado”, algo que ya ha denunciado en días anteriores señalando a Mesa y a sus aliados en el exterior como culpables. “¿Saben cuál es el plan que tienen? Intentarán un golpe de Estado. Ya estamos escuchando (que) distintos sectores sociales se preparan para un golpe de Estado la próxima semana. Nuestra responsabilidad es informar para que el pueblo tenga responsabilidad para defender nuestro proceso de cambio”, ha dicho en un acto oficial en Cochabamba.
Así, ha vuelto a animar a sus simpatizantes a «defender el voto». «No es posible que la derecha boliviana desconozca las áreas rurales, nuestros triunfos siempre han sido con el voto de las áreas rurales, todos tenemos, por Constitución, los mismos derechos», ha apuntado, de acuerdo con el periódico local ‘La Razón’.
En este contexto, la Iglesia Católica boliviana ha lamentado la polarización social “por el capricho de unos cuántos agentes políticos”. “Lamentablemente, vemos una Bolivia enfrentada. Llamamos a la calma, a la no violencia, no nos dejemos ganar por la rabia”, ha dicho el obispo auxiliar de El Alto, Giovani Arana, en su homilía dominical.
Infobae