La Coordinación de Calidad de Vida y Bromatología, brindó una serie de recomendaciones para prevenir la intoxicación por la ingesta de alimentos.
Al respecto los profesionales señalaron que los alimentos como carne, pollo, huevos y pescado deben tener una cocción a una temperatura superior a los 70º, para eliminar las bacterias peligrosas y garantiza la seguridad de su consumo.
- No deben dejarse alimentos cocidos o perecederos a temperatura ambiente durante más de 2 horas;
- Refrigerar las comidas preparadas, pero no por un tiempo prolongado y evitar sobrecargar las heladeras o freezer;
- Usar agua potable;
- Lavar frutas y hortalizas minuciosamente especialmente al consumirlas crudas, porque los alimentos incluyendo el agua y el hielo pueden estar contaminados con bacterias peligrosas y sustancias químicas.
También destacaron que es importante lavarse las manos antes de preparar alimentos y a menudo durante la preparación como así también después de ir al baño, amamantar y atender a alguien que está enfermo, de igual manera antes de comer o beber, cuando se llega a casa de la calle, del trabajo o de la escuela.
- Lavar y desinfectar todas las superficies, utensilios y equipos usados en la preparación de alimentos.
- Proteger los alimentos y las áreas de la cocina de insectos, moscas y otros animales porque las bacterias peligrosas están ampliamente distribuidas en el suelo.
- Evitar la contaminación cruzada, utilizando distintos utensilios (tabla, cuchillos) para manipular alimentos crudos de los cocidos y de los listos para consumir.
- Conservar los alimentos separados de acuerdo a su tipo: los jugos de algunos productos pueden contaminar a otros (separar las carnes crudas de los productos listos para consumir y las verduras). Evitar consumir aderezos caseros, sobre todos los que contienen huevo en su preparación y en este sentido se recomienda consumir aquellos que han sido pasteurizados.
Por último Sandra Correa coordinada de Calidad de Vida y Bromatología explicó, «hemos iniciado los controles bromatológicos rutinarios en establecimientos como carnicerías, pollerías, bares, y venta ambulante a modo de concientizar al comerciante sobre prácticas higiénicas para evitar cualquier tipo de inconveniente».