Burlando presentó a su staff de abogados

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Fernando Burlando y Facundo Améndola, los abogados de la familia de Fernando Báez Sosa, dieron el miércoles sus alegatos finales en el juicio que acusa a ocho rugbiers de haber asesinado a golpes al joven de 18 años a la salida de un boliche en Villa Gesell.

El mediático abogado llegó acompañado de unas 13 personas de su estudio, entre ellas su hija Delfina, que coparon unos dos bancos en la sala de audiencia. Al final de la jornada, se sacaron una foto con un perro callejero en la puerta de los tribunales de Dolores. “Equipazo y él siempre nos acompaña🐕”, escribió Burlando con un emoji de perro al compartir la foto en su cuenta de Instagram.

La imagen tiene mucho de clan familiar, ya que a Burlando, Fabián Améndola y Martín Leguizamón los acompañan sus hijos. Junto a los socios aparecen la hija de Burlando, Delfina, y dos hijos de Améndola: Agustina y Facundo; así como Bautista Leguizamón (agachado a la derecha).

Completan la postal Germán Facio, abogado de Dolores (a la izquierda, al lado de Burlando), el empresario Falvio Silva, el abogado Sandro Paszki, y Jonatan Vesi, entre otros.

La foto del equipo de la querella cosechó cerca de 70.000 me gusta, algunos de famosos como Claudia Villafane o los cantantes El Polaco y Ariel Puchetta. También decenas de comentarios y pedidos de Justicia.

Muchos de los usuarios vieron en el perro callejero una señal. “Miren como los mira. ¡Gracias, gracias, gracias equipo! ¡Justicia!”, reclamó Sandra González.

Otra mujer tuvo la misma impresión. “Los animales son sabios… y quién les dice es el alma de Fer que se acerca a agradecerles a través de ese perrito”, aseguró Pilar Valli. “El espíritu de Fernando Báez Sosa está dentro de ese perrito, Dios los guíe, vamos equipo”, dijo Betiana Salomon.

En su alegato, Burlando apuntó duramente contra los imputados, dijo que “todos asesinaron a Fernando Báez Sosa”, pese a que el joven de 18 años “estaba de rodillas y pidió contemplación”.

Las 6 frases más fuertes del alegato de Fernando Burlando sobre los rugbiers acusados

“Todos asesinaron a Fernando Báez Sosa. Él estaba de rodillas y con sus manos en el piso, levantó su mano y pidió contemplación, clemencia. La respuesta fue una patada en la cabeza. Y otra más, y otra más. Era una bolsa de papas y continuaban castigándolo. Tal vez estaba sin signos vitales, pero insistían pegándole patadas en la cabeza”.

“Eran sus cazadores, la conquista era el trofeo. Dijeron ´a este me lo llevo de trofeo´. Y el trofeo era Fernando, un chico lleno de ilusiones. Fernando había ofendido al líder de la manada y sus obsecuentes de la violencia lo acompañaban de una manera proactiva. Máximo Thomsen es el líder de esa manada”.

“Algunos de sus verdugos trataron de borrar evidencia, lamiéndose las pruebas, cambiándose la ropa y advirtiendo que no debían hablar de eso. Luego, comieron hamburguesas. Matar les dio hambre”.

“Cada golpe era un disparo y cada patada un tiro. Fernando Báez Sosa fue fusilado a golpes y a patadas. Amenazado, emboscado, superado en número, en sorpresa, indefenso y castigado hasta la muerte”.

“La imagen de Fernando Báez Sosa de rodillas pidiendo clemencia representa el pedido de prisión perpetua para los acusados. Lo que hubo fue un asesinato, no hubo un incidente. Fue un asesinato en el peor de los estados: en un estado de indefensión”.

“Se dieron el gusto de acusar a un inocente. Fernando pidió clemencia y no se la dieron. Pidió compasión y no se lo dieron. Sabían que habían matado a un joven y tuvieron la idea de volver a buscar a los amigos de Fernando”.

Fuente: tn

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