«Nadie puede hacerse el desentendido frente a tantos casos de chicos víctimas de la maldad o arrancados del seno de la familia», aseveró en declaraciones a la prensa en las inmediaciones de la parroquia San Ramón Nonato.
El primado argentino lamentó, además, que «haya tantos chicos que engrosen las redes de trata» en el país. Al referirse al tema de la niña desaparecida en Hurligham, Bergoglio consideró que «el de Candela es sólo un caso de cientos de niños desaparecidos, pero como todos hay que atenderlo y con urgencia».
«Un pueblo que no cuida a niños y ancianos es decadente», consideró el arzobispo de Buenos Aires en un breve contacto con la prensa en el barrio porteño de Villa Luro, donde presidió una misa y bendijo a mujeres embarazadas o parejas que anhelan tener un hijo.