Maritza es la madre adoptiva de Santiago, un chico de 22 años quien afirmó que fue víctima de las bajas pasiones y perversas intenciones de su madre adoptiva.
Ésta lo sedujo y lo condujo a una relación sexual que duró varios meses y que resultó en un embarazo. Ante la doctora Ana María Polo, Maritza exigió que Santiago reconozca a la criatura como su hijo legítimo y que además aporte a su manutención.
El hijo, fruto de esta relación incestuosa, tiene síndrome de down, y por tal motivo la jueza decidió que ambos deberán hacerse cargo de por vida de la educación y manutención del pequeño. «¡He dicho Caso Cerrado!», finalizó Ana María Polo.