CEI N°50 para Personas con Discapacidad Visual: “El Bastón Blanco, un gran compañero”

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Hoy 15 de octubre se celebra el Día Mundial del Bastón Blanco; jornada que contribuye a sensibilizar a la sociedad acerca de los obstáculos que las personas no videntes enfrentan para su libre circulación y la búsqueda permanente de la inclusión.

Con ese objetivo el Centro de Educación Integral N° 50 para Personas con Discapacidad Visual “San Juan Pablo II” desarrolló la denominada Semana del Bastón Blanco, difundiendo y visibilizando las acciones que se desarrollan en la institución a fin de que los alumnos tengan una mejor calidad de vida, logrando la mayor independencia y seguridad.

En esta ocasión, aparte del video del área de Orientación y Movilidad, el CEI quiso compartir tres testimonios que ayudarán a conocer el sentir de una madre que acompaña a su hijo en este camino sin luz; la de un hijo que sigue recibiendo grandes ejemplos de un padre que tuvo que volver a empezar y reacomodar su vida tras aceptar su ceguera; y la de un joven  que a los 20 años se enfrentó al máximo desafío de su vida, tomar su bastón blanco y avanzar.

Sortear los obstáculos que le depare la vida
“Como mamá de un alumno, cuyo nombre es Tadeo, un joven de 18 años acompañado desde tan pequeño por su amada Escuela 50, quien siempre le brindó todo el apoyo incondicional para su desarrollo e independencia y logros áulicos.
Ella le dio todas las herramientas para que mi hijo pueda desenvolverse en la vía pública y el hogar.
Yo agradecida por toda la dedicación de los ‘profes’, para que hoy Tadeo pueda sortear los obstáculos que le depare la vida cotidiana”.


Su fuerza interior lo ha ayudado a salir adelante
“Como hijo de Juan y mirando un poco hacia atrás en el tiempo de la vida de mi viejo les cuento que en un primer momento no fue fácil la aceptación del bastón. Si me pongo a pensar él siempre fue un hombre muy trabajador, súper independiente, no paraba y de repente quedó ciego… se sentía inútil.

Los primeros tiempos pasó por una gran tristeza, sentía muchísimo temor hasta de salir de su habitación, nos decía que perder la visión era lo peor que le pasó. Las sensaciones que nos rodeaban en ese momento eran miles, no sólo a él sino también a la familia.
El gran primer logro fue el hecho de aceptar ir al CEI y allí comenzó la gran transformación de mí viejo.

Después empezó a usar su bastón blanco y se encendió su chispa de siempre. Empezamos a sentir q las cosas no estaban perdidas, tanto es así que hay días que toma hasta dos colectivos para llegar a sus clases y encontrarse con sus amigos. Es impresionante, me llena de orgullo. Sé que su fuerza interior lo ha ayudado a salir adelante y también reconozco el trabajo que ustedes realizan.

Verlo ahora salir con mayor seguridad, la forma en que se orienta y nosotros sintiéndonos tranquilos porque la gente al verlo no lo chocará o es más lo ayudará, todo eso nos llena de satisfacción y nos fortalece para seguir alentándolo y apoyándolo en lo que él necesite.

No sólo yo estoy orgulloso, sino el resto de la familia que ha acompañado todo éste proceso por el que mi papá ha pasado, hoy su bastón es su gran compañero”.

Lo negativo, es positivo en tiempos de pandemia
La fortaleza, la soledad, la lucha, el miedo, son factores que marcan los estados de ánimos actuales. Hoy, el mundo parece que gira de una manera diferente; hoy, las cosas no son claras; hoy, la vida tiene otro sentido.

Mi nombre es Hugo Mansilla, tengo 31 años, vivo en la ciudad de Termas de Río Hondo. Un día, el destino que cambiaría mi vida me tocó la puerta.

Fue ahí, donde con miedos, incertidumbres, pude entender este ángulo de mi existencia. Quedar ciego a mis 20 años, fue esa sorpresa que jamás imaginas, fue ese porque de la vida. Pero fue también el momento donde la fortaleza dio sus frutos, donde renaces, te reconstruyes y seguís.

Muchos me preguntan, ‘Qué difícil para una persona ciega este momento, si antes era complejo, me imagino ahora’. Y es ahí, donde tratas de entender, explicar, que no por un sentido apagado en mi vida el sentimiento es diferente.

Lo que uno siente, lo sentís vos, lo siento yo. Se trata, de eso, de sentir y comprender el porqué de las cosas. La pandemia nos encontró unidos, separados, pero el punto es que, nos encontró. Es en este momento donde el mundo gira hacia un solo lado, en la fuerza de reinventarse, reconstruirse y creer en un optimismo reprimido. Pero está ese instante, de bajar los brazos, como en un pasado me tocó a mí.

Pero llega ese momento de transformación, de esperanzas, de optimismo, donde decidís usar un bastón para guiarte, o comenzar a vender barbijos en un espacio público.

Esta eso de decir y pensar qué difícil, todo lo que planeaste se te cae a pedazos, lo que estructuraste para un futuro se ve lejano. Lo negativo al levantarse es más claro, la oscuridad y soledad tiene más forma.

De repente aparece una reflexión, de lo importante qué es saber, que en diferentes oportunidades que presenta nuestra vida, le damos más importancia a lo negativo. Pero si lo ves, quizás sí o quizás no como yo, el valor de lo malo, es lo bueno que nos espera.

Hoy un PCR que da  negativo es crucial. Hoy lo negativo de la vida debe ser un proceso de aprendizaje. A veces no es tan sólo un virus, a veces es carencia de amor, de fe y de empatía. Pero te levantas, te adaptas al cambio y siendo ciego junto a tu bastón, ves la vida, de otra manera. La pandemia no es retroceder, es avanzar a un futuro mejor”.

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