En su semana más difícil desde que llegó a la conducción técnica, Claudio Borghi se sacó más que un peso de encima. La victoria como local ante Paraguay no sólo significaron tres puntos de oro, que lo catapultaron a los primeros puestos, sino que trajo un manto de tranquilidad a un vestuario que se había tornado casi inmanejable.
Más por lo que exponía la prensa que por lo que los propios jugadores se encargaron de responder. Una parte del plantel repudió el accionar de los compañeros licenciados por actos indisciplinados y se encargaron de abalar al técnico donde se debe: en el mismísimo campo de juego. Sí, ahí mismo donde días atrás se “comieron” una goleada que hizo tambalear a su técnico.
Esta vez fue distinto y sin brillar, su rendimiento le alcanzó para superar a un Paraguay que prácticamente no lo incomodó. En Santiago sacó chapa de candidato y quedó a sólo un punto de los líderes Uruguay, que tiene un partido menos, y Argentina. Por su parte, el conjunto «guaraní» continúa con cuatro unidades y deberá cuanto antes obtener una victoria que le permita seguir prendido en los puestos clasificatorios al próximo mundial.
