La reunión de Moscú para un alto el fuego en Libia entre el Gobierno Nacional libio (GNA, reconocido por la ONU) y el “hombre fuerte” del este del país, el mariscal Khalifa Hafter, concluyó este lunes sin acuerdo al pedir el segundo una prórroga hasta mañana para tomar una decisión.
El documento de alto el fuego sí fue suscrito por el jefe del GNA, Fayez al Serraj, como también lo hizo el presidente del Consejo Supremo de Estado libio, Jaled Al Mashri, según comunicó a la prensa al término de la reunión el ministro ruso de Asuntos Exteriores, Sergei Lavrov.
Lavrov añadió que “Hafter y el presidente del Parlamento de Tobruk, Aguila Saleh, valoran positivamente el documento pero han pedido un poco más de tiempo, hasta mañana por la mañana, para decidir si lo firman”.
“Espero que su decisión sea positiva”, agregó Lavrov, quien destacó los “avances” logrados a la hora de formalizar el cese de las hostilidades tras las negociaciones, que se prolongaron durante más de seis horas y se celebraron en presencia también de los ministros de Exteriores y Defensa de Rusia y Turquía.
Al respecto, el ministro de Exteriores turco, Mevlüt Cavusoglu, aseguró que si Hafter “firma mañana por la mañana dicho documento”, ambas partes se comprometerían a respetar el alto el fuego indefinido, paso previo para el establecimiento de un proceso de arreglo político.
Según el proyecto de documento final, ambas partes se comprometerían a garantizar un “respeto incondicional” del cese de las hostilidades, que entró en vigor el pasado 12 de enero.
También acordarían la delimitación de una línea de contacto, lo que estaría acompañado de medidas para estabilizar la situación sobre el terreno como el cese de todas las acciones ofensivas y una suavización sincronizada de las tensiones militares.
El documento, que fue publicado en Twitter por un representante del GNA, obliga al Gobierno y los rebeldes a garantizar el acceso y el reparto seguro de ayuda humanitaria.
En ningún momento se informó de que Al Serraj y Hafter celebraran negociaciones directas en la capital rusa.
El actual alto el fuego fue impulsado la pasada semana por los presidentes de Rusia, Vladimir Putin, y Turquía, Recep Tayyip Erdogan, los dos países que más abiertamente intervienen en un conflicto armado que se ha convertido en una guerra multinacional.
El Gobierno sostenido por la ONU conserva el apoyo político y económico de la Unión Europea, y el militar de Turquía, Catar e Italia.
Hafter, que tutela el Parlamento electo y el gobierno no reconocido en Tobruk, cuenta, por su parte, con el respaldo económico y militar de Arabia Saudí, Egipto y Emiratos Árabes Unidos, y el apoyo de Rusia.
Con información de EFE
Fuente: Infobae