Confirmaron una segunda muerte tras la fiesta electrónica en Arroyo Seco

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Giuliana Maldovan no fue la única persona que murió tras asistir a la popular fiesta electrónica que se celebró en Arroyo Seco durante la madrugada del primer día del año. Esta mañana se conoció que hubo una segunda víctima: un joven llamado Lucas Liveratore, a quien se cree que también lo mató la ingesta de drogas sintéticas.

A diferencia de la mujer, Liveratore, de 34 años, no se descompensó durante el evento, sino que incluso logró regresar a San Nicolás, Buenos Aires, donde reside. Su familia lo encontró muerto por la noche. Una de las hipótesis que manejan los investigadores indica que el hombre falleció mientras dormía.

La investigación del deceso está a cargo del fiscal de San Nicolás, Patricio Mujica. Fuentes del caso indicaron que la muerte del joven fue consecuencia de la ingesta de sustancias sintéticas. Más adelante se conocerían mayores precisiones a partir de las pericias que se estaban realizando, según publicó el portal El Ciudadano Web.

El nuevo caso trasciende pocas horas después de que se conociera la muerte de Maldovan, de 20 años, que esa noche también había concurrido al boliche Punta Stage, donde se presentaba el DJ británico Sasha. La joven tuvo que ser trasladada por una ambulancia del sistema de emergencias e ingresó al Hospital Provincial en estado de coma y con signos de sangrado sistémico.

«Hemorragia digestiva alta y probable intoxicación aguda por consumo de estupefaciente», fue el diagnóstico de los médicos. Según indicaron desde el Ministerio de Salud provincial, en el nosocomio le realizaron medidas de reanimación y sostén, incluyendo la colocación en ventilador y la transfusión de hemoderivados, pero murió a las 19:30 del domingo.

José Luís Murina, uno de los médicos que se encontraba contratado por la organización de la fiesta, relató que «la noche era tranquila», hasta que se presentó un joven junto a su Maldovan. «Dijo que estaba descompuesta, presentaba un cuadro de excitación psicomotriz, fue muy difícil oxigenarla, ubicar la vía para hidratarla», contó. «El novio no dijo nada, trataba de calmarla; ella pegaba patadas, manotazos. Cuando llegamos al hospital hizo un cuadro depresivo neurológico, con buena ventilación y función cardiológica», agregó.

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